El futuro de la vecina Cataluña, el principal cliente de las empresas valencianas y el más importante proveedor de bienes y servicios, es la preocupación que más crece entre la ciudadanía: diez puntos más desde el pasado mes de mayo. Es una de las conclusiones del sondeo de otoño de Invest Group para Levante-EMV e Información, que será desgranado en estas páginas hasta el próximo lunes, Nou d'Octubre.
Las 750 entrevistas fueron realizadas entre el 25 y 28 de septiembre, en plena escalada de tensión previa al referéndum prohibido para la independencia de Cataluña, con las fuerzas de seguridad persiguiendo censos, urnas y papeletas, y las autoridades catalanas intentando sostener a toda costa la consulta. En ese contexto, casi el 20 % de valencianos cita la independencia de Cataluña entre sus principales causas de desasosiego. Es posible que el porcentaje hoy fuera mayor, tras la intervención policial el día de la consulta y el inicio de los trámites para una declaración unilateral de independencia.
Pero de momento, con los datos registrados, el proceso soberanista pasa de la novena a la quinta preocupación en este barómetro, aún muy lejos del principal quebradero de cabeza de la ciudadanía, el paro, mencionado por ocho de cada diez entrevistados. Con todo, la falta de trabajo mantiene una tendencia ligeramente a la baja: en la primera entrega del barómetro de Invest Group para este diario, en junio de 2016, era marcada por el 87,1 %.
La corrupción retrocede
Una pequeña sorpresa es el retroceso en la lista de inquietudes de la corrupción, habitual pareja de baile del desempleo como principal desvelo.
Ahora pasa al tercer lugar al ser señalado este problema por el 55,1 % de los entrevistados, once puntos menos que en el último barómetro. Puede sugerir que la corrupción empieza a ser un asunto amortizado políticamente a medida que no afloran nuevos casos y puede relacionarse también con la ausencia de sonoras actuaciones judiciales en torno a los grandes casos de corrupción en la Comunitat Valenciana.
El retroceso de esta inquietud tiene como consecuencia que la sanidad progresa hasta el segundo puesto entre las preocupaciones, a pesar de que no ha aumentado el porcentaje de valencianos que la señalan (el 58,1 %).
La que aparece como una inquietud importante en la primera ocasión que es introducida en el listado, es la sequía. El 15 % de los encuestados la marca.
Por contra, aquellos asuntos que se han denominado como la agenda valenciana (financiación autonómica, inversiones del Estado y corredor mediterráneo) dan un paso atrás entre las preocupaciones de los ciudadanos.
El maltrato a la financiación de la C. Valenciana, que había escalado hasta la quinta inquietud en el anterior sondeo, retrocede hasta el octavo: de marcarla uno de cada cinco entrevistados baja hasta hacerlo el 14,1 %. Supone un dato a tener en cuenta cuando diversos agentes sociales, con el apoyo del Consell, preparan una protesta sobre este agravio. El corredor, noticia esta semana por el acto en Madrid, también cae en la lista de factores de intranquilidad (del octavo al décimo puesto).
Y, cuando el plurilingüismo ha sido caballo de disputa política de primera magnitud, es significativo que la educación preocupa menos que hace cinco meses (del 48,7 % al 41,9 %) y mantiene una progresión constante a la baja. Ligado a ello, el conflicto lingüístico en torno al valenciano se sitúa entre las últimas inquietudes de los valencianos: lo señala el 7.9 %. La turismofobia, incluida por primera vez entre las respuestas, no preocupa a casi ningún valenciano hoy por hoy (1,7 %).
