La Distinción al Mérito Empresarial y Social concedida ayer por la Generalitat a José Vicente González supone el reconocimiento al dirigente empresarial valenciano que más peso ha tenido (y sigue teniendo) en la patronal española CEOE, de la que es vicepresidente. Es muy probable que deje el cargo a finales de 2018, cuando Juan Rosell cumpla su segundo mandato. De ahí que sea un líder patronal en retirada. Aún así, fue renovado recientemente como presidente de Feria Valencia, una responsabilidad que le ha deparado muchos esfuerzos, sobre todo para negociar el nuevo modelo, pero también la satisfacción de ver cómo el negocio remontaba y se lograba una solución de consenso que todavía no está cerrada del todo y que seguramente le obligará a estar en el cargo, como mínimo, hasta que se dilucide la participación privada en la nueva Feria. Hombre de talante progresista, ha mantenido buenas relaciones con todas las administraciones y con los sindicatos. Ejecutivo de una empresa del metal de alta tecnología -GH Electrotermia- finalizó su trayectoria profesional como uno de sus principales accionistas y como presidente.

Desde la presidencia de la patronal del metal dio el salto en 2005 al liderazgo de la provincial de València CEV, donde solventó sus graves problemas financieros por escándalos previos con la formación. En 2011 pasó a la presidencia de la autonómica Cierval, sin ningún lugar a dudas el mayor sinsabor de su vida pública. La crisis y los problemas financieros que afectaron a las provinciales de Castelló y Alicante supusieron un obstáculo insalvable para Cierval, que este año acabó liquidada por orden judicial.

José Vicente González es un rara avis en el mundo empresarial valenciano. Patrón de barco, es un admirador rendido del gran Leonardo da Vinci y un aficionado consumado a los libros de Historia.