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Estudios universitarios

Los valencianos son los segundos a los que más les cuesta la universidad

La Conferencia de Rectores alerta de que el sistema de ayudas al estudio del ministerio perjudica a 70.000 estudiantes cada curso, 7.600 de ellos valencianos

Las familias valencianas son las segundas en España tras las castellano-manchegas que más esfuerzo hacen por pagar los estudios de sus hijos en la universidad pública. Esta es una de las alarmas que enciende el informe "La Universidad Española en Cifras 2015-16" de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) presentado ayer en Madrid.

El documento también alerta que «en los tres primeros años de aplicación de los nuevos criterios académicos» que el ministerio exige desde 2012 en sus becas perjudicó cada curso a más de 70.000 alumnos de grado, unos 7.600 de ellos de universidades valencianas.

La reforma que introdujo en el sistema de becas estatal el ministro José Ignacio Wert obliga desde 2012 a tener una media no inferior a 5,5 puntos para acceder a la exención de tasas y una calificación global superior al 6,5 para las ayudas complementarias (residencia, transporte ...)

Entre estos más 70.000 estudiantes afectados por la reforma de las becas del ministro José Ignacio Wert, según el informe, se incluyen «el 6,9% de los alumnos de nuevo ingreso en las enseñanzas de grado que el curso 2015-16 han resultado excluidos de la posibilidad de solicitar la condición de beneficiario de beca por presentar calificaciones inferiores a 5,5 puntos». A esto se suma que el 14,9 % del alumnado, aún teniendo dicha media de 5,5, no tenía nota para poder beneficiarse de las ayudas complementarias», subraya el estudio.

Mientras todos estos alumnos quedan excluidos o ven limitadas sus posibilidades de estudiar fuera de casa, el informe critica que «se produce un ahorro de 70 millones de euros por año en el gasto público en ayudas al estudio». El resultado final de la aplicación del nuevo modelo de becas es que el esfuerzo público expresado en términos de Producto Interior Bruto (PIB) se ha reducido en un 13,6 %, pasando del 0,088% del PIB en 2011, hasta el 0,076 % en 2015, «una tercera parte del esfuerzo que realizan los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)», incide la CRUE.

Una década perdida en becas

En cuanto a la financiación media por becario (2.649 €), se vuelve a niveles del curso 2006-07, muy lejos de la cuantía de 3.256 € por becario que se registraba en 2012-13. «Con todo, hay un mayor número de becarios que entonces, con motivo de los efectos negativos de la crisis, pero con una dotación media inferior, por lo que los becarios se enfrentan a una mayor precariedad», lamentan los rectores.

El informe, del que es coautor el gerente de la Universitat Politècnica de València (UPV), José Antonio Pérez, incide en que «aunque empiezan a reducirse, España está entre los países de la UE con precios públicos universitarios más elevados». Esto, junto a «uno de los niveles más bajos de becas de Europa», perjudica a las regiones con rentas per cápita más bajas y que más han subido los precios públicos de sus universidades, como la Comunitat.

El 2016-17, la C. Valenciana lideraba con un 93,9 % la subida del precio de la matrícula de grado desde el curso 2008-09, por delante de Cataluña (93,8 %) y Madrid (90,4 %). Esto hacía que las cinco universidades públicas valencianas fueran las cuartas más caras de España con un coste medio del curso de 1.223 euros, sólo superado por Madrid (1.556 €), Cataluña (1.509 €) y La Mancha (1.400 €).

«Todas las autonomías han incrementado sus precios públicos universitarios entre los cursos 2008-09 y 2016-17: Galicia con la menor intensidad (5,1%), y la C. Valenciana y Cataluña, con las mayores (cercanas al 94%)», destaca el estudio. En el 2016-17, prosigue, «dos de las regiones con precios públicos de grado más altos (Cataluña y Madrid) han aplicado notables descensos respecto al 2013-14 (25 % y 5 %, respectivamente)».

El Consell del Botànic no siguió el ejemplo de Cataluña y Madrid y, por segundo curso, mantuvo «congeladas» las tasas que la Generalitat del PP había casi doblado desde 2012 con el fin de recortar su aportación a las universidades públicas. Hay que tener en cuenta que el anterior Consell redujo entre 2008 y 2015 un 18,9 % la financiación a las universidades, el cuarto recorte más intenso tras Castilla-La Mancha (-28,3 %), Madrid (-25,1 %) y Navarra (-20,6 %).

El Consell del Botànic no ha ejecutado la bajada de tasas de la que hizo bandera durante las elecciones de 2015 hasta este curso 2017-18, el tercero desde que está en el poder. Este año reduce un 7 % el coste de la matrícula y otro 8 % el próximo 2018-19. Esta disminución acumulada del 14,44 %, obliga al Consell a elevar en 26,5 millones su aportación al Sistema Universitario Público Valenciano (SUPV).

El pago de los precios públicos impacta directamente en el esfuerzo que supone para las familias sobre la capacidad de renta en cada autonomía. En este sentido, la Comunitat -con la sexta renta media por hogar más baja, pero la cuarta con la universidad más cara- es la segunda región donde más esfuerzo tienen que hacer las familias para pagar la universidad.

Castilla-La Mancha encabeza este nivel de esfuerzo familiar, con un 6,23 % sobre su renta per cápita. La Comunitat es la segunda con un 5,6 %. En el extremo opuesto Galicia sólo requiere el 2,75 %. «Autonomías con rentas elevadas como País Vasco, Navarra o Baleares registran esfuerzos de las familias muy inferiores a los de la Comunitat, La Mancha o Extremadura con niveles de renta familiar muy inferiores a la media», critica el estudio.

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