Trabajan como hormiguitas. Siempre activas, siempre en marcha. Invisibles para muchos, molestas para unos pocos, perseverantes en sus acciones y muy trabajadoras. Así actúan las ONG valencianas que hace 25 años se unieron en un frente común: la Coordinadora Valenciana de ONGD. Y sí, la D de Desarrollo es fundamental en la ecuación. Pero ¿qué funciones realiza, exactamente, una coordinadora de ONGD?
El año de sus bodas de plata y de sendos reconocimientos para la entidad -entre los que que destaca el premio 9 d'Octubre de la Generalitat Valenciana o la Medalla de Oro de la Ciudad de València- la presidenta de la entidad, Trini Blanch, explica a Levante-EMV cuáles son las prioridades de la coordinadora, sus líneas de trabajo y las campañas que tienen activas en un mes (el de octubre) que les devuelve a sus orígenes.
Y es que la Coordinadora Valenciana de ONGD nació en 1992, un año donde empezó a calar un mensaje que a día de hoy sigue siendo clave para la entidad: conseguir el 0,7 % para programas de Cooperación al Desarrollo. «La coordinadora se constituyó en un momento en el que diversos estudios aseguraban que si todos los países ricos destinaran el 0,7 % del PIB a la ayuda internacional se podría erradicar la pobreza. Esa es una de nuestras marcas de identidad desde hace 25 años. Y deben hacerlo todas las instituciones. Si cada ayuntamiento destina cada vez más, el montante general también se amplía. Es responsabilidad de todos y en la Comunitat Valenciana hay cada vez más ayuntamientos que cumplen. Eso, para nosotros, es un orgullo», explica Blanch, inmersa ahora junto al resto de ONGD en los diversos actos que se celebran durante el mes de Octubre de la mano de la Plataforma Pobreza Zero.
Las entidades saben que su labor es, en demasiadas ocasiones, invisible. Pero la unión hace la fuerza y la coordinadora trabaja como una voz única entre la sociedad y la Administración, como un nexo de unión entre las ONGD y como un interlocutor válido a la hora de hacer incidencia política.
«Llevamos varios años formando y asesorando a ayuntamientos en criterios éticos. Por ejemplo, a la hora de realizar compras responsables para una cabalgata de Reyes o para la entrega de unos trofeos deportivos. No consiste en el gasto. No se trata de informar de que cada medalla cuesta 2 euros, sino en asegurarse de dónde y cómo se ha fabricado esa medalla. Y apostar por productos de proximidad cuando sea posible. Cuando haya que importar productos debe existir una línea clara de distribución con criterios éticos y justos. Nuestra labor también se centra en exigir transparencia, dar recomendaciones, negociar, establecer estrategias... Poco a poco se generan pequeños espacios de gestión».
Transparencia
De hecho, para la Coordinadora Valenciana de ONGD la última parte del trabajo se centra, precisamente, en la transparencia. Por ello se personaron como acusación en el caso Blasco, una trama de corrupción «rastrera» que «nos ha obligado a reinventarnos como sector, aunque la trama nada tenía que ver con nosotros. Se crearon entidades y estructuras para delinquir. En este momento, en las dos piezas abiertas que están el el juzgado estamos como representantes de todas las acusaciones populares y eso es un reto muy importante. Por ello, hemos creado una comisión específica de trabajo».
Trini Blanch está orgullosa de su gente. Y del pueblo valenciano. «La valenciana es una de las sociedades más activas y solidarias. Somos activos en la campaña estatal de Pobreza Zero, somos la tercera coordinadora con más entidades de España y el número de voluntarios y cuotas se incrementa cada año... Y eso, para nosotros, es un orgullo», concluye.
