La despoblación en el ámbito rural en la Comunitat Valenciana, y en toda España, es un hecho constatable. Los datos del censo lo confirman año tras año. Y estudios académicos como los publicados por el redactor de Levante-EMV, Paco Cerdá, en su obra «Los últimos: Voces de la Laponia española», lo han puesto de manifiesto hasta tal punto que el Consell de Ximo Puig ha impulsado la estrategia Avant (Agenda Valenciana Antidespoblament) para frenar esta sangría demográfica. Y uno de esos municipios, Gestalgar, en la comarca de Los Serranos, se ha lanzado por su cuenta a la acción: Ha sacado a concurso público el premio Gestalgar Proyecta, con el que pretende que el mundo universitario aporte ideas con las que garantizar su superviviencia en el futuro.
A principios del siglo XX, Gestalgar contaba con alrededor de 1.800 habitantes. Un siglo después, la población de este municipio se ha reducido más de un 50 %. A día de hoy, viven sobre unas 700 personas en este rincón del sur de la Serranía. A escasos 50 kilómetros de la capital, València, Gestalgar se encoge lustro tras lustro, y sus representantes políticos ven con gran preocupación el envejecimiento de su población. El principal problema lo resume en una frase María Herráiz, una mujer de 87 años que lleva toda la vida en el pueblo: «No hay trabajo para que los jóvenes se queden o vengan aquí».
Su alcalde, Raúl Pardos (PSPV), asume esta realidad como un reto al que hay que darle solución: «Hay que fomentar que la gente joven que quiera vivir aquí pueda buscarse la vida», insiste. Por ello, según explica, su equipo de gobierno se ha lanzado a buscar nuevas ideas que surjan del ámbito universitario: «Desde dentro a veces no vemos nuestras posibilidades. Hay que pensar hacia dónde vamos y qué queremos. Necesitamos al que nos ve desde fuera y nos pone en valor cosas de las que nosotros no nos damos cuenta. Hace falta refrescar y que la gente joven aporte sus ideas», argumenta.
Por ello, el Ayuntamiento de Gestalgar ha lanzado este concurso a la comunidad universitaria. La propuesta es «desarrollar un proyecto relacionado con el territorio, con Gestalgar, que nos permita y nos oriente en el desarrollo de una economía sostenible en el mundo rural», según describen las propias bases del premio. Los objetivos: aumentar la calidad de los servicios turísticos del territorio; mejorar el medio urbano y natural; ampliar y mejorar los espacios de uso público; aumentar, diversificar y mejorar la oferta complementaria; poner en valor los recursos turísticos; crear nuevos productos; sensibilizar e implicar a la población y agentes locales en una cultura de calidad; velar por el desarrollo de la actividad turística de la zona, y fomentar la sostenibilidad económica, social y medioambiental de la zona.
Con estas premisas hay una cosa que parece que tienen clara en Gestalgar: el futuro pasa por el turismo rural y el cuidado del entorno natural. «Hemos pasado de la agricultura al sector servicios», reconoce Pardos, que, además, está convencido del potencial de su localidad en este sentido: «Queremos que suene Gestalgar. Tenemos 70 kilómetros cuadrados de terreno municipal con muchas posibilidades, una gran masa forestal, sin contaminación, una gran cantidad de metros de río paseable, una playa continental, senderos paisajísticos... y todo ello cerca de València». Pero esto último, la distancia con la capital, se convierte a la vez en ventaja y en inconveniente, ya que las pernoctaciones son escasas: «El turista pasa el día y no se queda a dormir», lamenta Pardos. Y eso pese a que el municipio cuenta con un albergue dotado con 50 camas y una casa rural con 9 habitaciones. «Uno de los objetivos es asentar ese aspecto y atraer el sector de las autocaravanas para que venga gente durante todo el año», apunta el alcalde.
No obstante, Pardos asegura que en verano acuden diariamente entre 500 y 600 personas a la zona del baño del municipio, una playa continental con aguas transparentes en pleno cauce del río Turia. «Cuando la gente de València llega aquí, no se cree que esto es el Turia», declara orgulloso Pardos.
El origen: el incendio de 2012
La idea de crear este premio nació a raíz del incendio de septiembre de 2012 que prendió 5.500 hectáreas entre Gestalgar, Chulilla y otros pueblos de la zona. «Nos reunimos y pensamos: a ver qué pueblo construimos entre todos». El director del Instituto Cartográfico Valenciano, Emilio Forcen, planteó la idea e Ignacio Marzal, concejal de Turismo, la tomó. «Cuando por fin se ha tenido el presupuesto equilibrado se ha puesto en marcha», añade Pardos, que avanza que el concurso se hará «año tras año para crear un banco de ideas». Ahora, los estudiantes universitarios tienen hasta el 30 de noviembre para presentar unos proyectos que pueden reinventar el futuro de Gestalgar.
