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Asistencia penitenciaria

La duplicidad de sistemas bloquea las visitas de médicos a la cárcel de Picassent

El Hospital General había propuesto aumentar el número de especialistas que se desplazan a prisión - Los presos hicieron 7.700 salidas médicas en 2016

La diferencia de sistemas informáticos para gestionar los historiales clínicos de los pacientes que se utilizan en la sanidad valenciana (Abucasis) y en las prisiones (OMI) y el retraso en transferir la sanidad penitenciaria a las comunidades autónomas está bloqueando el impulso que se quería dar a las visitas de especialistas en el interior de las cárceles valencianas.

Así se desprende de la última reunión mantenida entre responsables del consorcio hospitalario del Hospital General de València, de la Conselleria de Sanidad y de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para abordar la asistencia sanitaria de la población reclusa, en concreto en la prisión que más internos tiene, la de Picassent.

La atención primaria de los reclusos corre por cuenta de Instituciones Penitenciarias que cuenta con sus propios equipos en las cárceles (35 médicos y más de 120 personas de Enfermería y auxiliares en la C. Valenciana) pero las urgencias, hospitalizaciones y visitas de medicina especializada se hacen en los hospitales públicos. Los más de 1.500 presos de Picassent tienen adjudicado el Hospital General de València para estos servicios.

Hasta ahora, estas visitas internas del General a Picassent solo estaban en marcha en dos áreas: Ginecología y Patología mamaria. Ahora se estaba trabajando a dos bandas para localizar cuáles eran las especialidades más requeridas por los internos para que fueran esos facultativos los que trasladaran su consulta, al menos puntualmente, a Picassent ampliando el convenio de atención sanitaria que existe actualmente.

En esta propuesta se preveía, incluso, implementar un sistema para hacer consultas de «teledermatología» a través del intercambio de imágenes. Al año, y según cifras de Interior, los internos de toda la comunidad salieron en más de 7.700 ocasiones para ver al especialista a los diferentes hospitales valencianos.

Ahorro en los traslados

Además de mayor comodidad, esta forma de funcionar conlleva también un ahorro para las arcas del Estado. Por cada preso que se ha de trasladar para visitar al médico Instituciones Penitenciarias tiene que movilizar a agentes de la Unidad de Conducciones de la Guardia Civil (dos como mínimo) que lo acompañan durante todo el tiempo que dura el traslado y la visita. Estas salidas de prisión tienen también el riesgo de posibles fugas porque no es la primera vez que un recluso aprovecha para intentar escaparse durante un traslado al hospital.

Sin embargo, esta ampliación del convenio está bloqueada por la decisión de Prisiones de apostar, ahora, por tener un sistema informático propio de gestión de pacientes y no adaptar gradualmente el Abucasis de la Conselleria de Sanidad. Entidades como la Organización Médica Colegial (OMC) están pidiendo este cambio atendiendo a que «hace 14 años» que hay mandato legal para que el Ministerio de Interior transfiera las competencias de sanidad en Prisiones a las comunidades autónomas.

Esta falta de integración está en la raíz, también, de la «discriminación» que están sufriendo los presos de Villena denunciada por la plataforma de asociaciones de VIH-sida, Calcsicova, ya que son los únicos que no reciben en la propia prisión los tratamientos de hepatitis C. Instituciones Penitenciarias solo les da opción a trasladarse a Picassent para recibir los medicamentos, alternativa que «muchos internos rechazan» según critican desde Calcsicova por el trastorno que supone.

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