La Capitanía General de València, sede del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, acogió durante el día de ayer y el 17 de octubre la undécima edición de la reunión de jefes de Fuerzas Terrestres de la Alianza Atlántica.

Estas reuniones periódicas se celebran cada dos años de manera rotativa entre los distintos países miembros de la Alianza Atlántica. De hecho, la última reunión tuvo lugar en la ciudad de Estrasburgo, en el norte de Francia.

En la de este año, 40 representantes de 11 cuarteles generales de la OTAN analizaron la manera en la que debían adaptar los conceptos estratégicos de disuasión y defensa de las Fuerzas Terrestres a los nuevos «desafíos» y «amenazas» de estos dos últimos años.

Así, hablaron de las presentes crisis migratorias fruto del cambio climático, de la escasez de recursos y de guerras que, como la cronificada en Siria, siguen asolando a la población.

Asimismo, también hubo espacio para hablar de los nuevos movimientos del yihadismo y planes de defensa para «abordar el movimiento» y «proteger», con ello, a la ciudadanía, según fuentes de Capitanía General.

Por consiguiente, el medio centenar de representantes de países como Francia, Italia, Grecia, España Holanda o España, intercambiaron impresiones y estrategias.

Entre ellos participó el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, (JEME), el general Francisco Javier Varela Salas, quien fue hasta marzo de este año máximo ersponsable del Cuartel General de Despliegue Rápido (CGDR) de la OTAN de Bétera.

El actual líder del CGDR, el teniente general Francisco José Gan Pampols, también acudió a la conferencia presidida por el teniente general del Ejército de los Estados Unidos Darryl A. Williams, jefe del Mando Terrestre de la OTAN. Asimismo, el mando supremo de la Alianza Atlántica en Europa (Saceur), el general Curtis M. Scaparrotti, también estuvo presente en las jornadas, una puesta en común para unificar la respuesta ante esas amenazas.