Ni la acumulación de la mayor cuota de poder institucional en décadas puede calmar las pulsión combativa de las familias del PSPV. Cada convocatoria de congreso es una llamada a la guerra. Y tras el desgaste que ha dejado en València la última batalla federal entre el sanchismo y el susanismo, el secretario general quiere atar en corto al partido ante el calendario de congresos que se avecina.
Lo ha hecho en València, donde se ha fajado para convencer al presidente provincial, Jorge Rodríguez, de que es mejor buscar la unidad que organizar otra batalla por el liderazgo orgánico en la provincia, a la que aspira Mercedes Caballero, con apoyo de José Luis Ábalos, número dos de Pedro Sánchez. Ceder espacio antes que reeditar una disputa con lectura más allá de la propia provincia (un ámbito en el que tampoco muestra excesivo interés), y que podría tener además réplicas en los congresos comarcales.
Alfaro y Chulvi: dos de los suyos
Pero Puig tampoco quiere lío interno en Alicante. Esta semana tendrán que hacerse oficiales allí las aspiraciones de los candidatos. Y de momento solo han dicho esta boca es mía el portavoz del grupo socialista en la Diputación de Alicante y alcalde de Xàbia, José Chulvi, y el alcalde de Elda y presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Rubén Alfaro: dos dirigentes cercanos al presidente.
Eso no termina de agradar a Puig, que quiere un candidato único y de consenso en la provincia, según manifiestan fuentes de Presidència. Puig reitera, indican las citadas fuentes, que un solo candidato sería un favor para la provincia. Desde la cúpula del PSPV la balanza se decanta por Chulvi, según ha podido saber este diario.
De hecho, es la persona arropada por el núcleo duro de Puig en Alicante y dicen que es el aspirante con el discurso más cercano al líder autonómico. La personalidad política de Chulvi, un hombre capaz de integrar en un ayuntamiento como el suyo a todos los grupos con representación política, es una clave que ahora busca el partido después de la sangría interna que supusieron las primarias a la secretaría general del PSOE entre Susana Díaz y Pedro Sánchez.
Aunque Ximo Puig no se ha posicionado claramente, desde las altas esferas del PSPV se ve al alcalde de Xàbia con más interés que al de Elda, otro hombre con potencial en el partido con un perfil institucional al que Alfaro ha sabido sacarle partido como referente de la FVMP. Pero Alfaro cuenta con el lastre del exsenador Ángel Franco, un veto para parte del sector «sanchista» que todavía dirime si unirse a lo que hay o lanzar un candidato propio.
Entre la estrategia del «sanchismo» también está la de proponer otro nombre para ir todos unidos al congreso. Y eso que «tanteos» por parte de los dos aspirantes no le han faltado.
Con este panorama y con el congreso sin convocar, el jefe del Consell no se ha inclinado todavía por ninguno, aunque la cúpula socialista sí tiene un preferido. No obstante, la actitud de Ximo Puig ha alzado alguna voz crítica en el seno del partido, que afea al president ponerse de perfil al tiempo que reclama un solo candidato para el proceso congresual en Alicante.
