El Ministerio de Fomento renuncia a construir una nueva línea de alta velocidad entre Castelló y Vandellós, según las previsiones desveladas por el coordinador del corredor mediterráneo, Juan Barios, en sus dos últimas visitas a València. Una decisión que supone que las actuales vías ferroviarias (actualmente en ancho ibérico) deberán soportar todo el tráfico ferroviario del corredor mediterráneo en las próximos décadas porque Fomento y el Administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif) consideran que este tramo de 141 kilómetros puede albergar todas las circulaciones actuales y futuras. Este trayecto sí mudará al ancho europeo ferroviario -gracias a las traviesas polivalentes instaladas en los años 90- cuando la explotación del corredor mediterráneo lo exija. Fomento calcula que será a partir del año 2020.

Esta decisión técnica sobre el diseño del corredor mediterráneo supone tirar a la papelera del reciclaje otro estudio informativo del eje ferroviario litoral (y ya van tres) que, debido al tiempo transcurrido desde su redacción, ya ha quedado obsoleto.

El tramo de línea de alta velocidad entre Castelló y Vandellós siempre ha sido el caballo de batalla de las reivindicaciones del corredor mediterráneo en las últimas décadas. Se omitió en el famoso Pacto de Murcia del 8 de enero de 2001 que aprobó el diseño de las líneas de alta velocidad entre Madrid, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana y Murcia. En el pacto alcanzado entre Francisco Álvarez Cascos, Alberto Ruiz Gallardón, José Bono, Eduardo Zaplana y Ramón Luis Valcárcel hace casi diecisiete años el nuevo trazado frenaba en seco al llegar a Castelló, sin continuidad.

No sería hasta ocho años después cuando el Ministerio de Fomento, bajo la batuta de José Blanco, licitó el estudio informativo para «complementar en ancho internacional la actual doble vía de tráfico mixto de ancho ibérico, operativa entre Castelló y Vandellós, y en construcción entre esta localidad y Tarragona, lo que permitirá la separación entre el tráfico de mercancías y el de viajeros», según la nota de prensa emitida el 24 de abril de 2009.

Nueve meses después, en enero de 2010, se adjudicaba a la empresa Ibérica de Estudios e Ingeniería SA (Iberinsa) la redacción del «estudio informativo de la línea de alta velocidad del corredor ferroviario mediterráneo entre Castelló y Tarragona», con un presupuesto de 1.660.910,3 euros (IVA incluido).

El plazo de ejecución de este reivindicado estudio informativo era de veinticuatro meses. Pero el cambio de gobierno primero y la renuncia de la nueva ministra, Ana Pastor, a ejecutar las obras previstas en el corredor mediterráneo y sustituirlas por el remedo del tercer hilo hizo que este estudio informativo nunca viera la luz. Sí llegó a remitirse al Ministerio de Medio Ambiente, pero nunca se abrió el trámite de información pública preceptivo para su aprobación.

Casi ocho años después de que se adjudicara el estudio, Fomento ni se plantea retomarlo mediante la licitación de un nuevo documento informativo. El coordinador del ministerio para el corredor mediterráneo, Juan Barios, explicó en un debate con la Asociación de directivos y empresarios logísticos Propeller Valencia que el actual trazado entre Castelló y Vandellós simplemente se mejorará para que puedan circular trenes de 750 metros y se adaptará al ancho europeo, cuando las circulaciones lo requieran. La fecha que se maneja para esta mejora es el año 2020. Ni una palabra de la nueva plataforma de alta velocidad, como la prevista entre València-Castelló en la que se ha tenido que comenzar de nuevo la tramitación después de que el Ministerio de Fomento dejara caducar la declaración de impacto ambiental al no haber iniciado las obras desde 2011. En la segunda visita de Barios a València, el coordinador del corredor mediterráneo pasó de puntillas sobre este tramo y se limitó a decir que la «inversión está en análisis».

Desde el Ministerio de Fomento justifican la renuncia a construir una nueva plataforma porque entre Castelló y Vandellós «hay capacidad de sobra» para albergar las circulaciones actuales y futuras por lo que resulta «innecesario» construir una nueva plataforma de alta velocidad como sí se ha previsto entre València y Castelló para un futuro bastante lejano.

En este tramo, la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) reivindica una nueva plataforma de alta velocidad «como objetivo definitivo para 2025» en su campaña #quierocorredor. Una petición que, vistas las previsiones, ha caído en saco roto.