Las Corts Valencianes han aprobado este jueves la Ley del Taxi de la Comunitat Valenciana que, entre otras cosas, señala que no podrá existir más de una autorización para arrendamiento de vehículos con conductor (VTC) por cada 30 autorizaciones de transporte público de viajeros en vehículos de turismo (taxi) en la Comunitat Valenciana.

Las Corts apuestan también en la nueva norma por el modelo de "un taxista, una licencia", de forma que solo las personas físicas podrán ser titulares de una autorización, sin perjuicio de que puedan contar con conductores colaboradores o asalariados.

La norma, que cuenta con el respaldo de la Confederación de Autónomos del Taxi, la asociación mayoritaria, y el rechazo de la Asociación Gremial, ha salido adelante con los votos a favor del PSPV, Compromís, Podemos y los cuatro exdiputados de Ciudadanos, mientras que este grupo y el PP se han opuesto. Parte del colectivo del sector del taxi en la Comunitat Valenciana, la UATCV, organizó ayer en València una marcha en protesta por la nueva ley.

La nueva ley busca mejorar las condiciones de trabajo del sector del taxi y dar un paso hacia su profesionalización y a garantizar un mejor servicio, según ha destacado la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, durante su presentación ante el Parlamento autonómico.

La norma apuesta por el modelo de "un taxista, una licencia", de forma que solo las personas físicas podrán ser titulares de una autorización, sin perjuicio de que puedan contar con conductores colaboradores o asalariados, y fija un plazo de dos daños para transmitir licencias en casos de acumulación.

Incorpora cambios en las nuevas autorizaciones de taxi, a través de procedimientos de libre concurrencia, mientras que en caso de empate se otorgará la licencia a la mujer.

También incluye medidas para conseguir que el 5 % de vehículos sean adaptados para personas con movilidad reducida, se crea la figura de los Centros de Distribución de Servicios de Taxi, y se prevén órganos consultivos.

El popular Alfredo Castelló, quien ha calificado esta norma de "patata", ha acusado al Consell de engañar a los taxistas y ha advertido de que con esta ley enviarán al paro a cientos de trabajadores de este sector.

Desde Ciudadanos, la diputada María José García ha afirmado que la ley no soluciona los problemas de los taxistas a los que, a su juicio, "han usado y luego han dejado tirados", ni mejorará la calidad de este servicio.

Tanto PP como Ciudadanos consideran que esta ley no regula el principal problema de los taxistas, que son las licencias VTC, mientras que desde el resto de grupos han destacado que la Comunitat Valenciana no tiene competencias para legislar sobre estas licencias.

La socialista Sandra Martín ha defendido "la necesidad y conveniencia" de esta ley, que también han defendido el diputado de Compromís Juan Ponce y el de Podemos César Jiménez, quien cree que la norma ayudará a los taxistas valencianos a "sobrevivir en un entorno actual hostil".