La Conselleria de Sanidad ha decidido ubicar en las instalaciones de la antigua Fe la unidad de especialistas prometida al IVO para facilitar que todo aquel que quiera ser tratado allí a partir de la entrada en vigor del nuevo contrato (el próximo miércoles) lo pueda solicitar directamente. Así se desprende de la reunión celebrada ayer entre el director general de la fundación privada, Manuel Llombart y responsables de la administración sanitaria representados por el subdirector de Planificación Asistencial, Carlos Fluixá.

Según ha podido saber este diario, en la reunión se apuntó que esta unidad especializada en derivaciones al IVO podría ubicarse en las instalaciones de la Escuela de Enfermería del complejo de la antigua Fe, recayente a la avenida Campanar. De esta forma, los pacientes que se acerquen al IVO para pedir ser tratados allí deberán desplazarse hasta este edificio -que dista unos 800 metros- para iniciar los trámites ya que, en principio, estos no se podrán hacer directamente en el centro oncológico.

La conselleria parece querer así marcar distancias con el escenario vigente hasta el pasado 31 de diciembre de 2016, en el que el IVO todavía era considerado como un centro «de libre elección» por el paciente y cualquier persona podía pedir ser atendido allí. Era allí, en el edificio de Beltrán Báguena donde se tramitaba directamente la autorización correspondiente.

Tras perder esta condición de centro de libre elección (en aplicación de un decreto de 2015 firmado, precisamente, por el ahora director general del IVO en su etapa de conseller de Sanidad), la decisión de quién es atendido o no en el centro oncológico queda en manos de la conselleria. Así, con esta decisión se quiere enfatizar el que, pese a que se haya cedido a atender también a estos pacientes, los trámites no se harán en el IVO sino en instalaciones de la Conselleria de Sanidad y por personal público.

Esta fórmula de la unidad de especialistas se añadió en el último momento en el acuerdo ya que en las negociaciones capitaneadas por la consellera Carmen Montón solo se aceptó que las derivaciones se realizaran por parte de los especialistas de los departamentos de salud, posición que enquistó el proceso.

Doble vía de acceso

Tras romperse las negociaciones y con el ánimo de mantener una relación que duraba ya cuatro décadas, el presidente del Consell Ximo Puig puso sobre la mesa en el último día de plazo unos nuevos parámetros de acceso. Así, y a través de una instrucción de organización interna -sin desvirtuar los pliegos de condiciones del contrato- se incluía esta unidad de especialistas que validarían la necesidad de atender a ese flujo de pacientes. Además, Sanidad se comprometía a que si las derivaciones no se formalizaban en el plazo de tres días hábiles, éstas se darían por concedidas.

La fórmula consiguió acercar posturas ya que el IVO temía perder ese flujo de pacientes directo y el contrato se firmó tal como estaba previsto: bajo la modalidad de acción concertada y por 53,7 millones de euros de presupuesto anual previsto y 10 años de vigencia.