El presidente de Adif, Juan Bravo, garantizó ayer las inversiones en la mejora de la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Sagunt-València, estimadas globalmente en 335 millones de euros hasta 2022, aún en el caso de que se prorroguen los Presupuestos Generales del Estado. Al término de la segunda reunión de la comisión de seguimiento del Corredor Cantábrico-Mediterráneo celebrada en Zaragoza, Bravo aseguró que esta actuación «está plenamente garantizada desde el punto de vista presupuestario», ya que Adif tiene «capacidad suficiente para abordar todos los proyectos que están en marcha».

Al encuentro de esa comisión también asistieron representantes de la Generalitat Valenciana, de la Autoridad Portuaria de València y de las asociaciones y confederaciones empresariales.

Bravo repasó los avances que ha habido hasta ahora en la línea en seis meses, la supresión de ocho limitaciones de velocidad, la puesta en servicio del sistema tren-tierra en buena parte del corredor, el aumento de tres a quince surcos y la reducción en un máximo de tres horas en servicios de mercancías, al pasar de 10 a 7, y de 23 minutos para los trayectos de viajeros -de 5 horas y 26 minutos a 5 horas y 3 minutos.

Anunció que en la próxima reunión de la comisión, prevista para enero en València, estará listo el plan director de mejora de la línea, con una concreción de proyectos redactados -entre ellos, la electrificación-, plazos de todas las actuaciones e inversiones.

En cuanto a la electrificación de la línea, Bravo explicó que sigue pendiente la declaración de impacto ambiental entre Teruel y Sagunt, que aunque ya se han iniciado las gestiones «necesariamente va a retrasar» y el horizonte para que sea una realidad es 2022.