Recientemente el Massachussets Institute of Technology -MIT-, entre las cinco mejores universidades del mundo, publicó unas cifras muy reveladoras. El 60% de sus alumnos se convierten en investigadores desde el primer año de carrera. Si tenemos en cuenta que la investigación académica en España se fomenta a partir de los cursos de posgrado, la diferencia entre ambos sistemas es llamativa. ¿Y qué es lo que tiene este factor educativo para condicionar la evolución de la enseñanza de un alumno? En principio, la ventaja distintiva es que la investigación lleva consigo innovación y creatividad, dos activos imprescindibles en la sociedad actual.

"El MIT tiene ese alto número de investigadores porque cuando los alumnos llegan a la universidad han pasado por un modelo educativo que pone el acento en el fomento de la investigación", confirma Marta Gil quien asegura que "conducir al alumno por el ese terreno le va a reportar un futuro académico y profesional reflexivo, crítico, perseverante y dinámico, ya que estos son valores integrados en el hábito de la investigación".

Ciertamente el sistema anglosajón ayuda al alumno, desde la etapa infantil, a desarrollar una mente curiosa que de por sí ya tienen los pequeños. Los profesores les empujan a que exploren su entorno para que busquen recursos e ideas más allá de lo esperado. Este método de estudios se va incrementando y complicando conforme avanzan las etapas educativas en las que se sigue incentivando el interés por el conocimiento.

"La neurodidáctica nos dice que un niño necesita emocionarse para aprender. Si al alumno, desde pequeño, se le incita a que se divierta investigando, explorando, buscando? se sentirá protagonista de su propia experiencia educativa. Además, mediante este proceso de aprendizaje motivador, se capta su atención y memoriza los contenidos docentes de un modo mucho más significativo que con una metodología tradicional basada en clases magistrales", explica Marta Gil, quien desde su centro educativo aplica este sistema con resultados relevantes.

Alumnas de Caxton College descubriendo, en una clase al aire libre, detalles de la profesión médica.

En muchas ocasiones esta curiosidad por el saber se alimenta a través de proyectos colaborativos donde cada alumno se encarga de una línea de investigación autónoma que luego pone en común con el resto de compañeros.

"Es muy importante facilitar el interés por descubrir cosas en los más pequeños. Pueden empezar jugando, con dinámicas pedagógicas de "outdoor learning" -de aprendizaje al aire libre-, y enfocar la enseñanza como si se tratara de una aventura, de un juego que le permite interactuar e inspirarse con su propio hábitat", confirma Gil.

Todos los padres desean el mejor centro educativo para sus hijos. Sin embargo, la amplia y diversa oferta educativa hace cada vez más difícil la elección. Por ello, un sistema que haga hincapié en la investigación como recurso educativo para que el alumno adquiera unas cualidades que le van a ser beneficiosas en el futuro puede ser un factor decisivo.

"Por mi experiencia, los padres buscan un colegio donde el niño sea feliz y esté seguro pero cada vez más se interesan por cómo va a ser el camino educativo que le ayude a obtener éxito académico y profesional. Por eso creo que es importante conocer las metodologías del colegio y, como no, los resultados que ofrece cuando se gradúan", concluye la especialista de Caxton College.