La intensidad política de la última semana pareció disiparse en la tranquila mañana de sábado en la ciudad de València. El presidente de la Generalitat Ximo Puig llegó caminando a la sede del PSPV en Blanquerías y confesó: "Hoy se siente un cierto grado de descompresión porque se llegó a un nivel de crispación inaceptable". Puig acudía a clausurar unas jornadas sobre nuevas tecnologías en la sede del partido y se le notaba relajado: "La política es razón, también emoción, pero, esencialmente razón. Los momentos históricos han demostrado que la política es capacidad de cesión, la generosidad de estar por encima del interés partidista. Y de todo esto ha habido una ausencia notable durante este tiempo".