Los niños acudieron a la Basílica de la Virgen de València con sotana negra y fueron presentados al sacerdote celebrante quien bendijo los roquetes de color blanco y las medallas de la Virgen de los Desamparados. Para el director de la Escolanía, Luis Garrido, la ceremonia de "vestición" supone "la culminación de un trabajo minucioso de selección de voces y niños que a partir de ahora, tienen el privilegio de poder cantarle a la Mare de Déu".