"Ha sido un mes de octubre muy intenso". Joan Baldoví adjetivaba ayer en la explanada del monasterio del Puig de Santa Maria los 30 días más agitados de la política española que se recuerdan en mucho tiempo. Un mes que ha dejado imágenes que ayer temían que se volvieran a repetir, como las de agresiones por parte de grupos de ultras. Un amplio dispositivo policial lo impidió.

La localidad amaneció prácticamente blindada. Desde primera hora, numerosos agentes de la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local del municipio, controlaron los accesos tanto a la localidad como a la Muntanyeta de la Patà. El motivo, la manifestación anunciada por España 2000, cuyos simpatizantes finalmente no acudieron a reventar el Aplec, celebración que tiene lugar anualmente y en la que el nacionalismo valenciano se da cita.

Aunque finalmente no hubo percances, esa "intensidad" de la que hablaba Baldoví se palpaba en el ambiente, y se trasladó también al escenario que montó el Bloc en la explanada. Fue inevitable no hacer mención a la "amenaza de los fascistas", como también lo fue no referenciar Cataluña y la cascada de reacciones que ha conllevado la declaración de independencia, incluyendo la del PP de Isabel Bonig ofreciendo a Puig un pacto para romper el Botànic.

En su turno de palabra, el president del Bloc (y también de las Corts), Enric Morera, se mostró contundente. "El PP va a por nosotros. Es un gran problema para este Estado, para la unidad, la economía productiva, para la democracia", arremetió. Pero no se quedó ahí. Morera indicó que los populares "son los responsables del empobrecimiento de los valencianos", y añadió: "son una estafa democrática, son un peligro".

El dirigente nacionalista defendió la plurinacionalidad y criticó que el PP no se sume a la manifestación por la financiación del próximo día 18. El "trato justo", junto con el corredor mediterráneo, fue el hilo conductor del acto, que arrancó con una conferencia precisamente sobre el eje ferroviario por parte de representantes del parlamento europeo de la coalición a la que pertenece Compromís en Bruselas.

A la violencia que se vivió en las calles de València el pasado 9 d'Octubre también se refirió implícitamente Àgueda Micó, la coordinadora nacional del Bloc. "Estamos viviendo un momento histórico de regresión de derechos y peligro para la democracia. Aunque a muchos les gustaría revivir la Batalla de València, ahora mismo, la única batalla que estamos librando es la del corredor mediterráneo, la del trato justo y la de la dignidad de los valencianos".

En clave estatal, Micó pidió al PSOE que "abandone" el tándem PP-Cs y "sumarse a los que defendemos el pluralismo". Añadió la máxima dirigente del Bloc que "se está usando la bandera para tapar la corrupción, quieren volver al statu quo de antes del 15M pero el cambio social es imparable. El papel del valencianismo político es garantizar el cambio de sistema en nuestro país", sentenció.

Baldoví, por su parte, apeló a "la razón, a la inteligencia, por encima de la pasión". "Son días difíciles. Hemos visto los intentos de la derecha y de Cs de arrinconarnos, etiquetarnos y después destruirnos", lamentó el diputado en el Congreso ante el auditorio, en el que se encontraban también los consellers Marzà y Climent, así como la diputada Marta Sorlí, el síndic Fran Ferri, la vicepresidenta de la diputación, MªJosep Amigó, y el eurodiputado Jordi Sebastià.