En una época donde la imagen es casi tan poderosa como la palabra, Podemos tiene intención de llevar su pulso con el Consell por los presupuestos de 2018 hasta el final. No hasta el precipicio, porque nadie (ni la formación morada) contempla que las cuentas de 2017 tengan que prorrogarse, pero sí al borde del despeñadero.

Cerrada sin acuerdo la negociación tras levantarse anoche la última reunión en la sede de la Conselleria de Hacienda, ambas partes fían ahora el acuerdo al trámite parlamentario. El tiempo empieza a correr hoy en las Corts para que en torno al 20 de diciembre se aprueben, salvo sorpresa, los últimos presupuestos que el Botànic gestionará en año completo.

El Consell presentará hoy las cuentas tras aprobarlas en un pleno extraordinario y después las remitirá a las Corts. Pero será la primera vez en la era botánica que las cuentas llegarán a la cámara sin garantías de apoyo de Podemos, cuyos 12 votos en el pleno resultan esenciales para el gobierno dePSPV y Compromís. Una poderosa imagen política a apenas año y medio de las elecciones.

Podemos insiste en dejar su impronta de 300 millones en diferentes partidas o al menos una parte relevante de ellas. Pero tras varias reuniones, el fin de semana y ayer tarde, el acuerdo sigue sin llegar.

Fuentes de Podemos no veían ayer aún reflejadas sus exigencias ni en la cuantía ni en el cumplimiento de los objetivos. «Seguimos apretando», describió gráficamente una fuente podemista de la negociación, aunque en conjunto el acuerdo no parece lejano y se está acabando de perfilar, según ha podido saber este diario.

«Vamos a seguir tratando de llegar hasta el último minuto pero con el objetivo de que salgan adelante y lo hagan suponiendo un cambio y un avance del modelo social», asegura el líder de la formación morada, Antonio Estañ.

Entre las prioridades de Podemos no satisfechas se mantiene el aumento de las ayudas al alquiler y el parque de vivienda pública o el dinero que se destina a combatir la pobreza farmacológica a personas con ingresos por debajo del salario mínimo interprofesional y familias monoparentales.

Esta partida estaba cifrada en 80 millones aunque al final la conselleria de Hacienda ha enviado una propuesta que está por debajo de esa cifra y que no complace a Podemos. Otro de los puntos clave para la formación morada, el de la inclusión de la polémica tasa turística en las cuentas de 2018, ha quedado de momento aplazado ya que formará parte del debate de la ley de acompañamiento, donde la tasa llegará vía enmienda.

Podemos asegura que ha trabajado con esfuerzo para garantizar que los presupuestos reflejen un cumplimiento del Acuerdo del Botànic y un avance en políticas de cambio. Pero pese a que han aproximado posturas y se ha conseguido avanzar en cuestiones importantes, como dependencia, educación, justicia, o sanidad, no todas las prioridades que Podemos reclamaba como necesarias se han reflejado en el anteproyecto de ley en condiciones que aseguren el cumplimiento, apuntan.

Oficina del cambio climático

Además, el secretario general de Podem, Antonio Estañ, ha reclamado también la creación de una oficina valenciana del Cambio Climático y recuerda que las Corts acordaron la creación de este organismo y que el Consell todavía no lo ha puesto en marcha.

Por su parte, el portavoz de Economía del Grupo Popular en las Corts y vicesecretario general del PPCV, Rubén Ibáñez, lamentó ayer que Compromís y Podemos prohíban al PSPV que negocie los presupuestos de 2018 con los populares. Ibáñez recuerda que el PP ofreció la pasada semana al jefe del Consell, Ximo Puig, un acuerdo si rompía con Compromís, pero que el ejecutivo no contempla.