La falta de agua ha provocado un pequeño maremoto entre Compromís y el PSOE, paradójicamente. Un día después de que el presidente de la Generalitat anunciara que le va a pedir a la ministra de Agricultura que se «utilicen al 100 %» todas las plantas desaladoras de la Vega Baja y el resto de la zona alicantina acuciada por una severa sequía, el senador de Compromís Carles Mulet reclamaba que «no se apueste por la desalación de forma prioritaria, por sus costes económicos y ambientales para el medio marino».

Aunque la coalición matiza que no ha dicho «no» a las desaladoras en ningún momento, echa en cara a los socialistas que opten por este sistema «que diseñó el PSOE, inapropiado y pensado tan solo en la especulación urbanística y no en los regantes o agricultura». Por ese motivo, sostiene Compromís, «hoy en día no funciona y el sistema tiene elevados costes ambientales y económicos».

Este matiz fue añadido ayer tras haber enviado en un primer momento una nota de prensa en la que cargaba duramente contra las políticas del Gobierno central, pero sobre todo, contra las del PSOE, partido con cuya rama valenciana gobierna Compromís en la Generalitat. En esa primera comunicación, Mulet lamentó «la apuesta sin paliativos por propuestas como la desalación, el mercadeo del agua, las subvenciones al precio del agua y a los trasvases. Toda una declaración de intenciones viniendo del PSOE, con medidas que parecen de otras épocas y en un momento de delicada situación económica», apostilló el senador castellonense.

Proposiciones paralelas

El próximo martes la coalición reclamará medidas y auditorías para comprobar el uso correcto del agua depurada para riego de jardines, baldeo de calles, riego agrícola o campos de golf, y lo hará a cuenta de una moción socialista. Paralelamente, el PSPV ha presentado una proposición no de ley en las Corts para instar al Gobierno de Mariano Rajoy a poner en marcha un «plan de choque de optimización de las desaladoras que permita ponerlas en marcha todas», en la misma línea que el PSOE del Senado. Dos vías bastante diferenciadas. Si bien es cierto que la coalición no las rechaza al 100 %, no son ni mucho menos su primera opción.

Para el PSPV, «es de urgente necesidad que se pongan en marcha las desaladoras, que se establezca un precio del agua que sea asumible tanto para los usuarios urbanos como para los agricultores; y que se empiecen a ejecutar todas aquellas obras y actuaciones que están en un plan de cuenca y que a día de hoy están paralizadas», apunta el portavoz de Medio Ambiente, David Cerdán. También pide que se apruebe un nuevo Plan Nacional del Agua y se atienda a las demandas del presidente de la Generalitat, quien ha pedido una reunión con la ministra Isabel García Tejerina para plantear, entre otras medidas, una aportación extraordinaria del Tajo-Segura.

No es la primera vez que Mulet se muestra crítico con los socialistas. El pasado mes de mayo el portavoz del PSOE en la Cámara Alta pidió que se reprobara al parlamentario de Castelló después de que este rompiera una foto de Susana Díaz desde la tribuna de oradores, al tiempo que la llamaba «útil para la derecha, y para los valencianos, una amenaza». La reacción del parlamentario se debía a las palabras de la dirigente socialista andaluza en las que llamó «izquierda inútil» a Compromís por «boicotear» el debate sobre el corredor mediterráneo y el central en el Senado.