El 5 de mayo de 1935 El Mercantil Valenciano abría su portada con la noticia del día: Niceto Alcalá Zamora encargaba a Lerroux la formación del gobierno. Faltaban diez días para que terminara la primera Vuelta Ciclista a España y en el Valencia Fútbol Club empezaban a brillar Iturraspe y Juan Ramón. En los cines, el vestido de baile de Ginger Rogers perdía plumas a cada salto que daba junto a Fred Astaire en «Sombrero de Copa» y Dalí completaba su icónico retrato de Mae West. Esa noche, en el teatro de La Zarzuela de Madrid y de la mano del diario Ahora, la tinerfeña Alicia Navarro se proclamaba como la sexta Miss España, título que la catapultó a ganar después Miss Europa. Con 198 votos, María Rams Isac, la joven representante valenciana, quedaba tercera.
Fue su madre la que pensó que, con 17 años, María podía aspirar a ganar un certamen que había nacido hacía solo 6 años. Superó a otras nueve jóvenes y con su «típica belleza valenciana», en palabras de los cronistas de la época, se alzó con la banda de Miss Valencia. No fue pionera (precisamente el primer concurso nacional de belleza «Señorita de España» lo ganó la valenciana Pepita Samper), pero sí la primera que lució ese título de «miss» acuñado ese año 1935. Ahora, 82 años después, la organización del certamen en València quiere rendirle homenaje aprovechando que María cumplió 100 años el pasado 8 de septiembre. Será este domingo durante la elección de Miss y Mister Valencia 2017 en la clausura de Fiesta y Boda en Feria Valencia.
Una memoria en plena forma
Pese a la ilusión que le ha hecho el gesto, la primera Miss Valencia (y la última hasta que el certamen se retomó en los años sesenta) no podrá estar. «Está muy bien de cabeza. Se acuerda de todo y aún te puede decir los nombres de sus antecesoras, pero tiene poca movilidad y no estará en el homenaje», asegura su nieta Carmina Domingo. Será ella, junto a su tía, las que recogerán las flores en su nombre. De hecho, María tampoco tiene ganas ya de enfrentarse a los periodistas, que en 1935 aseguraban que a su regreso del certamen en el «rápido» de Madrid, «los vecindarios desde Almansa a Alfafar la esperaban en masa», tras aquella gala del 5 de mayo.
El certamen no tiene hoy por hoy el predicamento que tuvo en sus primeros años y el hecho de que su leit motiv siga siendo la exaltación de la mujer por su belleza tampoco ayuda en una sociedad cada vez más concienciada contra la cosificación de las mujeres. María aún puede decir que ella defendió el primer título de Miss Valencia en el certamen nacional y lo hizo ante el presidente de la República que aquella noche del 5 de mayo de 1935 presidió la gala en Madrid.
