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Radiografía de un incendio mortal

La cifra de fallecidos por la acción del fuego ha aumentado un 22,4 % en 2016 con 175 víctimas - La Comunitat es la tercera con mayor índice de muertos con 29

El fuego, ese elemento tan vital en la historia del ser humano, es a su vez foco innumerable de desgracias año tras año. Vidas truncadas por la acción de las llamas, cada una con nombre y apellidos, pero en las que analizando los distintos incendios en su conjunto se observan patrones comunes que trazan el perfil de la víctima y la radiografía de estos incendios mortales. Así, según un estudio elaborado por la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), en España mueren casi el doble de hombres que mujeres por la acción del fuego, principalmente personas mayores de 64 años y en incendios originados en viviendas. Concretamente el salón y el dormitorio son los lugares donde se originan la mayor parte de estos siniestros y los apartaos productores de calor, como estufas, braseros y chimeneas, son el detonante de un 41,8 por ciento de los sucesos con víctimas mortales.

En cifras totales el pasado año 2016 fue especialmente mortífero, con 175 fallecidos en incendios y explosiones, lo que supone un incremento del 22,4% respecto de 2015 (143). De hecho, pese a las campañas de concienciación sobre el uso de braseros o cómo responder adecuadamente ante un incendio, se trata del peor balance de muertos de los últimos seis años. Fuentes de Mapfre sostienen que una de las fórmulas para paliar esta larga lista de fallecidos es adoptar medidas preventivas de carácter general. Por ejemplo, que todas las viviendas y locales habitables dispongan de detectores de incendios.

Este aspecto, que podría salvar infinidad de vidas, es por desgracia muy complicado de alcanzar por cuestiones económicas , ya que el 29,7 por ciento de las muertes se producen en viviendas unifamiliares cuyos moradores no se pueden permitir instalar un detector de este tipo y mucho menos costear su mantenimiento.

Por comunidades autónomas, la Comunitat Valenciana tiene el triste demérito de ser la tercera tanto por número de fallecidos en incendio, con 29 muertes, como por índice de víctimas mortales por millón de habitantes, con una tasa de 5,8. Castilla-La Mancha y Castilla y León tienen todavía un ratio mayor, aunque fue Andalucía donde más incendios mortales se registraron durante el 2016.

Por edades, la cifra de muertos se dispara a partir de los 65 años, con 90 casos, mientras que los niños de hasta catorce años y los jóvenes de hasta 29 son los grupos menos vulnerables con ocho y nueve fallecidos respectivamente. En el caso de los ancianos se observa claramente que son un colectivo que necesita una mayor protección y vigilancia ya que en muchos de los casos analizados en dicho informe de Mapfre se observa que son personas que viven solas y con limitaciones de movilidad que les impiden ponerse a salvo ante situaciones de riesgo.

Asimismo, por sexo mueren más hombres que mujeres. Concretamente en los incendios registrados en 2016 perdieron la vida 106 hombres por 69 mujeres. la franja horaria en la que más muertes se producen es durante la madrugada, con 49 víctimas, y al mediodía, posiblemente durante la siesta o la comida, con 47 fallecidos entre las 12.00 y las 16.00 horas.

De igual modo, no es de extrañar que por meses sean los de invierno los más mortales por un mayor uso del fuego como fuente de calor. cabe destacar que en el mes de febrero de 2016 se produjo una entrada de aire polar con muy bajas temperaturas y en los seis días que duró se multiplicaron por tres las víctimas en comparación con la media anual, según los datos procedentes de los Servicios de Bomberos españoles y de los Institutos de Medicina Legal de cada provincia.

El origen del fuego

Los aparatos productores de calor fueron en 2016 nuevamente la principal causa probable de los incendios con víctimas mortales, con 41 incendios de este tipo en los que la estufa o brasero fue el desgraciado protagonista. Por detrás le siguen los fallos eléctricos (18) y lo que es más preocupante si cabe, los incendios provocados de forma accidental por fumadores, que se cobraron la vida de 17 personas.

Respecto a la causa de la muerte, 111 personas perecieron intoxicadas por haber respirado los gases generaros en el incendio. Esto supone un 63,4 por ciento del total de víctimas, por encima de los 55 que murieron como consecuencia de las quemaduras propias del fuego.

A pesar del aumento de los fallecidos, España tiene un índice de fallecidos por incendios de 3,76, dato que sitúa al país como el tercero con menor ratio de fallecidos por fuegos.

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