València entrará el próximo lunes en el mapa del mayor radiotelescopio de todos los tiempos, el Square Kilometre Array (SKA), a través de un congreso organizado por el Instituto de Física Corpuscular (IFIC) sobre las capacidades de este instrumento llamado a revolucionar la comprensión del universo temprano. SKA, que comenzará a recoger sus primeros datos en 2020, estará compuesto por 3.000 telescopios de 15 metros de diámetro cada uno y 130.000 antenas de baja frecuencia repartidas entre Sudáfrica y Australia a más de 3.000 km de distancia.

Con una sensibilidad 100 veces mayor a los radiotelescopios actuales, el SKA arrojará luz sobre las edades oscuras del universo, un período caracterizado por la ausencia de fuentes individuales de luz previo a la etapa de reionización, y una de las épocas más desconocidas en la evolución del universo tras su nacimiento hace 13.800 millones de años con el Big Bang.

Su extraordinaria capacidad para detectar objetos muy lejanos y muy débiles hará posible descubrir «los primeros indicios de formación de estrellas y galaxias posteriores al Big Bang», cuando nuestro universo apenas era un bebé que aún no había cumplido sus primeros mil millones de años, explica el director del Observatorio Astronómico de la Universitat de València (OAUV), José Carlos Guirado, uno de los tres investigadores valencianos que participan en los grupos científicos del SKA.

Inversión de 650 millones

España, aunque colabora desde 2010 en este proyecto estratégico mundial para la ciencia cuya primera fase supone una inversión de 650 millones de euros, no forma parte del consorcio internacional que lo impulsa y que está integrado por 10 países miembros: Australia, Canadá, China, India, Italia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Suecia, Países Bajos y Reino Unido.

El congreso que organiza el IFIC , centro de la Universitat de València (UV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), será inaugurado por la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, el presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, el rector de la UV, Esteban Morcillo, y el director general del SKA, Philip J. Diamond.

En estos momentos 25 científicos españoles -entre ellos Guirado y Olga Mena, investigadora del IFIC- participan en los grupos de trabajo de SKA, y 20 instituciones y empreas contribuyen a los consorcios internacionales para su diseño. En 2016, un informe de la Secretaría de Estado de I+D+i evaluó positivamente la plena participación de España en el SKA. A esto le han seguido negociaciones con la junta directiva del SKA para encontrar la mejor manera de que España entre a formar parte de SKA como miembro de pleno derecho.

Guirado espera que la reunión de València sea una oportunidad para que España se suba al tren del SKA: «participar en este proyecto es una apuesta segura, pues el retorno industrial y científico que va a tener es evidente». «España no puede renunciar al instrumento más importante de la próxima década en Astronomía», concluye.