Las infracciones penales registradas hasta el pasado mes de septiembre en la Comunitat Valenciana han descendido casi un 4 por ciento en comparación con 2016 y han aumentado un 3,80 % los detenidos por la Guardia Civil en el área de su competencia. Los datos los dio a conocer ayer el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, tras la reunión que mantuvo con el nuevo general de la sexta zona, José Hermida Blanco, que desde la semana pasada asume el mando del instituto armado en la autonomía. Durante la reunión se abordaron los principales asuntos referidos a la seguridad de la Comunitat y, entre ellos, las «buenas cifras» que arroja el trabajo de la Guardia Civil. Hasta septiembre, las infracciones penales se han situado en 82.002 frente a las 82.311 de 2016 (casi un 4 % menos); se han esclarecido un 3,14 % más de los delitos conocidos; los detenidos han pasado de 8.923 a 9.262 (un 3,80 % más) y los investigados de 8.923 a 9.262 (un 4,61 % más).

«Los valencianos reconocemos públicamente el gran trabajo que hacen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en favor del mantenimiento del orden, del cumplimiento de la ley y velando por la seguridad de todos», destacó Moragues, quien resaltó los méritos del nuevo cargo de la Guardia Civil en la Comunitat, una zona «complicada» y en la que con el teniente general Fernando Santafé, su antecesor, se ha logrado aumentar en más de tres puntos la eficacia policial en los primeros nueve meses del año.

«Hay menos criminalidad, más esclarecimiento y ha aumentado el numero de detenidos», ha subrayado, para recalcar, el «récord histórico» de descenso de criminalidad.

Hermida -cuyo nombramiento se publicó el 31 de octubre en el BOE- explicó que este era su primer destino como general, cargo al que ha ascendido recientemente. Se trata de una comunidad que ha admitido que resulta «un poco desconocida» para él, ya que procede del noroeste, aunque ha incidido en que es una autonomía que se sitúa entre las «prioridades» de la Guardia Civil. En este sentido, ha definido su nuevo destino -tras llegar de Zaragoza- como un «reto» y en el que espera estar a la altura de las expectativas.