La vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, se mostró ayer preocupada e indignada, según dijo, ante los recursos de inconstitucionalidad interpuestos por el Gobierno central contra la ley valenciana por la función social de la vivienda y la ley para paliar la pobreza energética.

"No puede ser que aquí alguien quiera hacer una política diferente a la que han elegido los ciudadanos en las urnas", reprochó. Oltra respondió en la rueda de prensa tras el pleno del Consell que los recursos presentados por el Gobierno de Mariano Rajoy a las leyes valencianas suponen una deriva recentralizadora que el Gobierno ha puesto en marcha. "Parece que hay alguno que sin ganar elecciones quiere gobernar y eso no puede ser", dijo. La portavoz del Consell recuerda que los ciudadanos valencianos apostaron por cambio político, para que se puedan hacer políticas "para que a la a gente no se le tire de casa por no poder pagar la vivienda. La Constitución dice que españoles tienen derecho a una vivienda y es lo que intentamos con la ley", asegura la vicepresidenta.

"Queremos que la gente tenga derecho a la vivienda y que no se le corte la luz o el gas o se le deje abandonada a su suerte; es lo que escogieron los ciudadanos en 2015, cambiar políticas, revertir los recortes. Ya está bien de que se rescaten bancos y autopistas", aseguró la portavoz del Consell.

Enmiendas a la totalidad

Mientras, el pleno de la próxima semana en las Corts debatirá las enmiendas a la totalidad al proyecto de Ley de Presupuestos de la Generalitat para 2018 presentadas por el PP, que pide su devolución al Consell por ser "ficticios, irreales, inviables y poco fiables", y por Ciudadanos, que argumenta su "falta de credibilidad, rigurosidad, eficacia y eficiencia".

Las dos enmiendas serán votadas en el pleno y, de ser rechazadas, los presupuestos comenzarían su tramitación parlamentaria, con la presentación y debate en comisión de las enmiendas parciales que presenten los grupos. El PP asegura que incluir 1.325 millones ficticios y eliminarlos después de las cuentas supone un claro engaño a los valencianos.