Como cada otoño, llega el momento de negociar los presupuestos de cara al año que viene de las diferentes instituciones, un trámite que se torna más complejo en aquellas gestionadas por más de un partido. Es el caso no solo de la Generalitat, donde Podemos ya ha anunciado que quiere jugar un rol más relevante y presionar para que se cumplan sus demandas. También la Diputación de València debe comenzar ya a pensar en este proceso, aunque de momento, según informaron distintas fuentes a Levante-EMV, solo se han llevado a cabo reuniones preliminares entre los socios de gobierno, en las que, eso sí, ya se han vislumbrado las posiciones de cada actor.

En la corporación provincial, hasta cuatro partidos se tienen que poner de acuerdo para diseñar las cuentas del año que viene. PSPV, Compromís, EUPV y València en Comú gobiernan en coalición desde hace dos años en un equilibrio que en ocasiones es complicado de gestionar, sobre todo, cuando de dinero se trata. En los presupuestos de 2018, uno de los primeros tira y afloja ha surgido en torno a los convenios singulares.

Según explicaron fuentes consultadas, a Compromís no le termina de gustar que se mantengan este tipo de acuerdos, entre los que se distinguen dos formas: hay convenios que responden a convocatorias y demandas concretas que no recoge ningún plan de la diputación y por tanto hay que buscar una forma jurídica para darles cabida (normalmente pactos a los que se llegan con la Generalitat, quien ordena a qué pueblos deben ir las ayudas en función de sus criterios), y otro "cajón de sastre" del que se va echando mano según aparecen "necesidades o urgencias" de los pueblos y del que hace libre disposición la presidencia de la corporación, que en este caso recae en el socialista Jorge Rodríguez. Eso sí, señalan las fuentes consultadas que se acuerda con la vicepresidencia que ostenta Maria Josep Amigó, de Compromís.

Este año la partida para estos convenios llegaba a 1,8 millones aproximadamente. En la etapa de Alfonso Rus superaban los 20 millones, generando las críticas de la oposición, que entendía que el expresidente imputado en el caso Taula repartía los millones a dedo en un particular "besamanos". "Ahora no es ni comparable", apuntan las mismas fuentes.

A priori, todos los miembros del equipo de gobierno están de acuerdo en reducir esta partida, aunque a Compromís le gustaría que se hicieran más esfuerzos. Desde el PSPV indican que seguramente este año se dará otro tijeretazo a esta área, reduciendo "aún más" el "cajón de sastre" de la libre disposición. El primer año de cuatripartito bajó de los 20 millones a 3, y el segundo de 3 a los 1,8 de este ejercicio. "En comparación con los 400 millones globales del presupuesto, no es una partida significante que preocupe", apuntan desde la pata socialista de la diputación.

Con todo, para Compromís estos conciertos sirven para beneficiar discrecionalmente a las poblaciones gobernadas por el PSPV. El año pasado hubo 35 convenios de este tipo firmados desde el departamento que dirige la socialista Isabel García, el de Deporte y Juventud, la mayor parte de los cuales fue para cambiar el césped artificial de campos de fútbol y mejorar instalaciones deportivas de distintos municipios. En su momento, este plan ya fue criticado por las reminiscencias a épocas pasadas en las que Rus enmoquetaba de verde los pueblos de la provincia, aunque la corporación defendió la necesidad de culminar estos proyectos ante la demanda de los propios municipios, algunos de los cuales se habían quedado "colgados" con el cambio de legislatura.

Sin embargo, tampoco es la única área que firma este tipo de convenios. También se hace desde las de Turismo o Medio Ambiente, ambas gestionadas por representantes de Compromís. Como apuntaron las fuentes consultadas, el dinero para pagar los trabajos de los desprendimientos de Cortes de Pallás surgió precisamente de ahí, en concepto de "riesgos geológicos". "No se puede dejar esta partida totalmente a cero, hace falta dejar un pequeño colchón para lo que pueda surgir", explicaron desde el área socialista, desde donde se debe coordinar la confección de los presupuestos.