El mismo día en que dejaron Ciudadanos, hace ahora cinco meses, los cuatro diputados díscolos pidieron conformar grupo propio en las Corts. Hasta en tres ocasiones lo han hecho ya. Esta vez, sin embargo, están dispuestos a llegar más lejos.«Actuaremos como un grupo de facto,

tras cada junta de síndics daremos nuestra opinión y nuestra valoración política. Si no nos dejan aquí, lo haremos en una tienda de campaña bajo el ficus», explicó el exsíndic de la formación naranja Alexis Marí.

Aunque el diputado Domingo Rojo explicó que «no es para tocarle las narices a nadie», una de las posturas que podrían tomar los parlamentarios puede que no siente muy bien al resto del hemiciclo. Se trata de votar una a una las enmiendas de los presupuestos para el año que viene.

Según explicó Rojo, «solo David De Miguel tiene voz y voto en la Comisión de Economía en la que se debatirán antes las enmiendas». En esa comisión, las enmiendas se «compilan» en bloques de 30 y el resto no puede votarlas ni saben qué agrupación se ha hecho, aseguró. Por lo que, según Rojo, la única manera de saber lo que están votando es hacerlo de una en una.

Respecto a las cuentas para el próximo ejercicio, De Miguel explicó que «de momento» no las van a apoyar. Los parlamentarios, autonominados como «agermanats», ya anunciaron que no apoyarían las enmiendas a la totalidad de PP y Ciudadanos, pero tampoco respaldarán los presupuestos tal como están actualmente. El principal escollo para ello, resumió el diputado, es el capítulo de ingresos. «No se ajusta a las previsiones». La postura de los diputados podría cambiar «en función de la receptividad» a sus enmiendas, entre ellas, la paralización de la reversión de Azira.