De la explanada del MuVIM a las torres de Serrans de València hay 2.200 metros si se sigue la calle Guillem de Castro y la de Blanqueries. No es el maratón del domingo ni el camino más corto, pero es el camino de la reivindicación que mañana podrían pisar unas 50.000 personas.

Es el cálculo que manejan desde el principio los organizadores, los sindicatos CC OO y UGT y la patronal (CEV), y los partidos del Botànic. Unos y otros no acabaron de cerrar ayer los últimos flecos de la que esperan que sea «la gran manifestación» por un trato justo en el reparto de fondos del Estado.

Sí se sabe ya el lema que encabezará la marcha: «El poble valencià exigeix un finançament just». Detrás de esa pancarta estarán líderes sindicales, de la CEV, de las universidades y otros representantes de la sociedad civil. El mismo mensaje irá en la segunda pancarta, la de los miembros del Consell y portavoces políticos.

No ir contra nadie ha sido uno de los empeños desde los primeros preparativos para evitar ausencias. La patronal sí se unió al final, pese a las reticencias iniciales, y también Ciudadanos. El PPCV no ha dado su brazo a torcer ante una marcha que es vista por el Gobierno y Génova como un ataque.

Los representantes del Consell no estarán tampoco en el escenario del final, donde se leerán fragmentos del manifiesto pactado por CC OO y UGT con la CEV por diversos participantes.

Partidos y sindicatos ultiman desplazamientos importantes de afiliados y simpatizantes. El dispositivo policial se pretende que sea discreto, dado el carácter de movilización cívica que se quiere dar a la convocatoria, un grito con dirección a Madrid. Por ahora no se ha detectado una especial conflictividad por parte de grupos radicales, según fuentes de la organización consultadas.

La manifestación ha alcanzado casi 6.700 adhesiones. La presidenta de la Federación de Vecinos de València, María José Broseta, anunció ayer que la entidad acudirá este sábado a la manifestación. Broseta hizo un llamamiento a todos los vecinos de la ciudad de València para que participen en la marcha. «Hasta ahora todo han sido buenas palabras y promesas hacia el problema valenciano, pero esta situación no se puede demorar más, el Gobierno debe demostrar con hechos si tiene voluntad de iniciar la reforma del actual sistema de financiación», afirmó la líder vecinal.

Entre los representantes laborales, Intersindical sí respalda la manifestación. Se ha descolgado, sin embargo, CGT, que afirmó que la financiación «es un tema político y empresarial; para obtener más dinero que repartir para proyectos que lejos están de las necesidades de los ciudadanos».