Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

General José Hermida: "Ya hay casi tantas mujeres asesinadas como víctimas del terrorismo"

El Jefe de la VI Zona de la Guardia Civil cree que el método para luchar contra ETA permite ahora buenos resultados contra el yihadismo, pero sin confiarse

General José Hermida: "Ya hay casi tantas mujeres asesinadas como víctimas del terrorismo"

El general José Hermida Blanco, jefe de la Guardia Civil en la Comunitat Valenciana desde el lunes de la semana pasada, confiesa que es «más de calle que de despacho». Afable, templado y risueño, desgrana sin aspavientos los destinos, casi todos operativos, que le han llevado por medio mundo: desde la jefatura antidroga de toda Galicia a la agrupación de Tráfico de esa comunidad, pasando por el año que vivió en Washington (de donde se trajo un buen inglés y muchas anécdotas) y durante el cual montó la seguridad de la Embajada española.

No es lo único que ha fundado: es uno de los pioneros de los gabinetes de prensa en la Guardia Civil y formó parte del selecto grupo de policías que, a las órdenes de la Comisión Europea, diseñó la estrategia europea para erradicar la siniestralidad vial. Pero, ante todo, es un hombre que habla con orgullo de su mujer y de sus dos hijas.

P La jefatura de la Guardia Civil en la C. Valenciana es una de las más complicadas ¿Cómo afronta este destino?

R Como un reto, pero también como un premio: recién ascendido me han otorgado uno de los destinos con más peso dentro de la Guardia Civil. Es la jefatura más importante después de Andalucía y Madrid, por el número de habitantes, por su problemática y por la plantilla. Es una gran responsabilidad, sobre todo teniendo en cuenta quién me ha precedido [en referencia al teniente general Fernando Santafé, actual subdirector general del MIIC].

P Como jefe de la Comandancia de Zaragoza gestionaba 10,085 infracciones penales al año (2016). Ahora, pasará a gestionar 100.000 más. Eso es más que un reto€

R (Ríe) ¡Zaragoza no es Valencia, eso está claro! Ya no sólo son los delitos. Como jefe de la Comandancia de Zaragoza gestionaba una plantilla de 1.200 agentes, y aquí estamos por los 7.500. Por fortuna, cuento con unos colaboradores estupendos: los jefes de las tres comandancias. El coronel Escalada, jefe de València, es compañero de promoción y amigo personal. Él ha vivido en mi casa y yo he estado en la suya de Cuenca. Tenemos una muy buena relación. Con el coronel Muñoz (Alicante) coincidí cuatro años en la academia y a Fresneda (Castelló) lo conocí como jefe de Teruel cuando yo estaba en Zaragoza. Los tres son suficientemente competentes como para que me quiten muchos problemas de encima... (sonríe)

P Parte de una estadística favorable: la C. Valenciana ha registrado un fuerte descenso de la delincuencia en los últimos dos años.

R Cierto. Un día antes de que me destinaran oficialmente a Valencia, hubo una reunión de mandos en Madrid donde se tratan las cifras de criminalidad. Fue una satisfacción, porque cuando empezamos a analizar las cifras, la bajada de los delitos en la Comunitat Valenciana había sido tan espectacular que había hecho descender la criminalidad de la Guardia Civil en toda España. Así que saqué pecho y les dije: ´¡Oye, no me he incorporado aún y ya estamos con esos números tan buenos! (Sonríe ampliamente)

P Eso es un arma de doble filo€

R ¡Deja, deja, que es un muy buen comienzo! Más vale empezar con buen pie, que no al revés€ (risas)

P ¿Qué tipos delictivos le roban más el sueño?

R (Su gesto cambia al instante) La violencia de género. Es prioritaria, tanto para los cuerpos de seguridad como para la sociedad en general. Si sumas las mujeres asesinadas en episodios de violencia de género, estamos ya en cifras similares a las del terrorismo. Es un problema muy serio. A continuación, situaría los delitos contra el patrimonio, que generan mucha inquietud y desazón a la población. Más que el valor de lo sustraído, es el sentimiento de violación de la intimidad cuando entran en tu casa. Hay ahí una percepción subjetiva de la seguridad que es muy difícil combatir.

P Los asesinatos machistas de mujeres y de niños siguen aumentando. ¿Qué hacemos mal?

R Si lo supiéramos, podríamos corregirlo€ Es un asunto muy complicado. Para empezar, como ocurre con el terrorismo yihadista, es muy difícil prevenir conductas delictivas cuando al autor no le importa perder su vida en esa acción. Hablo de los que se suicidan tras matar. Ahí, la medida de alejamiento no funciona, porque la va a incumplir. Sacar a la víctima de su entorno y evitar que el agresor la localice también es una medida, pero es una doble condena para la propia víctima. Es tan complejo, que todos estamos trabajando en ello y no hemos conseguido cortar la violencia de género de forma tajante. El quid de la cuestión es empezar por lo más básico: la educación. Tenemos un plan director para prevenir la violencia de género en los colegios para enseñar a los chicos algo tan primario como el respeto a la mujer, algo básico que se ha perdido y que hay que recuperar. Nos hemos confiado en que era una meta ya alcanzada, pero no es así. A nosotros se nos inculcó, cierto que desde un enfoque machista, y ahora hay que recuperar esa enseñanza, pero explicada desde la igualdad.

P La mujer entró en la Guardia Civil en 1993. ¿Por qué sólo hay un 11% de mujeres en el cuerpo?

R Quizás no resulta un trabajo suficientemente atractivo para una mujer, no lo sé. Hace 25 años que la mujer se incorporó al cuerpo y nunca ha habido limitaciones de ningún tipo. En cuanto a la conciliación de la vida laboral y familiar, tenemos una legislación vanguardista en este momento, dentro de las limitaciones que impone un cuerpo policial. Quizás los destinos, que comportan constantes cambios de ciudad, pueden ser un condicionante.

P Somos la quinta comunidad con mayor número de yihadistas detenidos desde el 11-M. ¿Cuál es su plan de acción en este terreno?

R Tenemos, por desgracia, mucha experiencia en lucha antiterrorista. El terrorismo yihadista es muy distinto al de ETA o Grapo, pero el método de investigación es el mismo, y es eficaz, así que estamos obteniendo muy buenos resultados. Aún así, alguien puede radicalizarse de la noche a la mañana y cometer un atentado con cualquier cosa que tenga a mano, como un vehículo. Mira, buena prueba de que nuestra institución tiene un enorme prestigio es que tenemos ahora mismo a 120 gendarmes franceses formándose en investigación antiterrorista en nuestro colegio de guardias jóvenes de Valdemoro.

P ¿El desplazamiento de agentes a Cataluña ha comprometido la seguridad en la C. Valenciana?

R No, porque nosotros sólo hemos desplazado unidades de reserva (antidisturbios) del mando, pero eso no ha afectado a las unidades territoriales.

P El trato que recibieron los agentes desplazados allí en los días anteriores y posteriores al referéndum, ¿no nos retrotrae a los duros años en el País Vasco?

R Buena pregunta, sí€ Daba la sensación de que el agente de policía era la pieza a cobrar€ Han aguantado mucho, la verdad.

P A raíz de la crisis catalana, la extrema derecha ha protagonizado varios incidentes violentos en València, incluyendo un ataque a la vicepresidenta del Gobierno valenciano de noche y en su domicilio particular. ¿Considera necesario reforzar las unidades especializadas en grupos radicales?

R Nunca hemos bajado la guardia, al contrario. Para l´Apléc del Puig se montó un despliegue en el que había más guardias civiles que manifestantes. Hay especialistas en esas investigaciones dentro del servicio de Información, tanto del nuestro como del de la Policía Nacional, y la colaboración es muy estrecha porque nos interesa a todos. No creo que haya necesidad de potenciar más esas unidades, y menos aquí, en la Comunitat Valenciana. El ambiente que respiro cuando paseo por la ciudad, y es cierto que sólo llevo una semana, es que el valenciano es amante de sus costumbres y de su lengua, pero se siente español. Como yo me siento gallego, pero sobre todo español. No hay incompatibilidad entre ambas cosas.

P ¿Qué le parece la actual lucha por la equiparación salarial de la flamante asociación Jusapol?

R Es una reivindicación histórica. El hecho de que una policía autonómico, que desarrolla su trabajo en una comunidad autónoma, perciba unos salarios muy superiores a los que puede percibir una policía estatal, chirría un poco. Es una reivindicación muy comprensible. En cuanto a lo de lograrla€ Si de mí dependiera y tuviera presupuesto, claro que lo haría, (sonríe). Pero hay otros condicionantes, como la economía y los presupuestos generales del Estado. Es complicado, pero sí, ojalá llegue a buen puerto.

Compartir el artículo

stats