Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Norma

La Ley de Infancia obligará a recortar los deberes de los niños

La directora general Rosa Molero afirma que la nueva norma incluye que se considere el "disfrute" de los menores porque ayuda a "su desarrollo integral y comunitario" - La Conselleria de Igualdad espera que el Gobierno del PP no recurra otro texto "revolucionario"

La Ley de Infancia obligará a recortar los deberes de los niños

No se trata de «oír» a los niños, sino de «escucharles». Saber qué necesitan, qué les preocupa, qué les agobia, qué cambiarían... para redactar una Ley de Infancia y Adolescencia «con ellos y para ellos». Ese fue el embrión de la Ley de Infancia y Adolescencia que prepara la dirección general del mismo nombre desde la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

Les preguntaron qué querían y en la primera consulta a los menores, estos marcaron la hoja de ruta. Y en esa ruta había una palabra que se repetía, una y otra vez: deberes, muchos deberes, demasiados deberes. La directora general de Infancia y Adolescencia, Rosa Molero, tomó nota. De estas y otras propuestas y preocupaciones. Muchas se han integrado en la ley, y las que carecían de ese rango, se han trasladado a los ayuntamientos para que tomen cartas en el asunto. Eso sí, los deberes forman parte, por primera vez, de una ley.

«Los niños nos trasladaron que sentían que su vida se desarrollaba alrededor de los deberes y que les parecía que los deberes ocupaban demasiada parte, y eso está recogido en la ley de Infancia: que se respete algo tan importante como el ocio educativo y el disfrute porque eso es lo que va a ayudar a que las personas se desarrollen de forma integral y comunitaria. Las aportaciones han sido muy importantes y han hecho que recojamos aspectos que nunca se habían tenido en cuenta y que son primordiales imperativos», explica la directora general de Infancia, Rosa Molero.

Ahora bien, conforme la Generalitat Valenciana aprueba leyes «revolucionarias», los recursos en el Tribunal Constitucional por invasión de competencias se repiten, como ha ocurrido con la Función Social de la Vivienda.

Molero, sin embargo, cree que la ley de Infancia no correrá esa suerte. «Hemos sido muy respetuosos con la ley del 2015 que aprobó el Estado donde, por primera vez, participaron expertos en infancia, entidades... Hasta ese momento, se hacía referencia a lo que dice la convención de los derechos del niño, es decir, que el interés superior del niño tiene que estar por encima de otros intereses que pueden estar legítimamente establecidos. Pero era como una declaración de buenas intenciones. La ley del 2015, sin embargo, se establece como una ley, como una obligación. Tu tienes que motivar cualquier decisión que tomes en relación con los niños para argumentar que lo estás haciendo por el interés superior de ese menor. Pero, además, se une a otro concepto que para mí es revolucionario y es que tienen que ser escuchados, todos los niños y todas las niñas. Esta es la gran idea que nosotros recogemos en la ley».

Ahora bien, existe un intenso debate en si, por el bien superior de un niño, este debe mantener el régimen de visitas o la custodia compartida con quien ha maltratado a su madre. Y la nueva ley toma cartas en este asunto.

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, anunció el pasado jueves que la Ley de Infancia incluirá la retirada de la patria potestad al padre si existe una situación de riesgo para los hijos por violencia machista. La directora general Rosa Molero recalca que, además, el maltratador tendrá que abandonar el hogar familiar para impedir que sean ellas con los menores, las que se vayan de casa y busquen refugio.

«Hay aplicar el interés general del niño. Punto. Y eso significará en cada caso una cosa diferente. Por eso hay que motivarlo, argumentarlo, punto por punto. Porque a todo el mundo se le llena la boca con eso del 'interés superior del menor'. La ley de Infancia dice que en caso de violencia intrafamiliar o violencia machista, hay que tomar medidas para sea el agresor y no la víctima quien abandone el hogar. Artículo 11. Porque es doble victimización que a un niño se le eche de su propia casa, de su espacio de seguridad», explica.

Molero afirma, además, que no solo con palabras se expresa un menor: «El silencio de un niño dice mucho, es narrativa. Un dibujo, también. Que un niño se quede congelado o si repite mucho que veces que sí, que sí... que se quiere ir con su agresor... Está diciendo muchas cosas, y no es lo que parece. A eso me refiero cuando digo que los menores deben ser escuchados, no solo oídos, sino escuchados».

Compartir el artículo

stats