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Aparcamientos alternativos

Aparcar a tres minutos del aeropuerto para no cruzar la autovía

Proliferan en el polígono los parkings alternativos al del aeródromo con precios más baratos - Aún así hay pasajeros y trabajadores que se juegan la vida cruzando la carretera N-220

Aparcar a tres minutos del aeropuerto para no cruzar la autovía

Los altos precios del parking del aeropuerto de Manises han provocado que proliferen aparcamientos alternativos alrededor del aeródromo. «¿A qué hora vuelve mañana y desde dónde?», pregunta Mari Carmen. «A las 17 llego de París», responde el cliente. «¿Compañía?», añade ella, «Ahora le digo».

Estas son las preguntas básicas para que Mari Carmen Montés se organice el día. Ella y su marido llevan el «Oliveral Parking», un solar subterráneo en Manises, a 500 metros del aeropuerto. A parte de «guardar» los coches en su espacio, recogen y llevan a los clientes al aeropuerto.

«Nos vamos, tenemos un servicio», dice la jefa. Y así ella y un trabajador se suben a la «furgo» con el rótulo de la empresa. Son 3 minutos de trayecto hasta el aeropuerto. Allí, él hace de relevo a los viajeros y conduce su coche de vuelta a la sede. En este trayecto también les acompaña David, un cliente habitual que acude directamente al parking antes de ir al aeropuerto a coger su vuelo.

«Vivo en Xàbia y viajo mucho por trabajo, así que conduzco hasta València, dejo aquí el coche, que ya los conozco, cojo el vuelo y al volver lo recojo», explica. Al preguntarle el por qué de escoger un parking alternativo al que ofrece el aeródromo David contesta rápido: «El precio es exagerado y siempre están en obras, en cambio, dejar el coche en un parking al viajar me aporta seguridad, sé donde lo dejo, es un espacio cerrado y vigilado y conozco a quienes lo coordinan».

Clientes de otras CC AA

Pero, ¿quiénes son los usuarios de este tipo de estacionamientos? Mari Carmen explica que la mayoría son turistas de Alicante, Castelló y de las comunidades autónomas vecinas. «Vienen viajeros de Murcia, Almería, Castilla La Mancha...aparcan el coche aquí con nosotros y se van de viaje».

Sin embargo, también hay un porcentaje de clientes que, como David, viajan por trabajo. «Empresarios o comerciales que han de ir a hacer alguna transacción fuera, ellos también eligen este tipo de servicios».

Juan Manuel De Dios, gerente de Parking Manises, también lo cree así. De hecho, su clientela principal son trabajadores. «Vienen empresas, comerciantes e incluso algunas azafatas que prefieren aparcar aquí su vehículo que coger un taxi desde sus viviendas».

Las razones para Juan Manuel, se basan en tres elementos: «Vendo un servicio cómodo, económico y seguro». Según detalla, el estacionamiento en parkings cercanos al aeropuerto es cómodo porque «no dependes de nadie que tenga que dejarte o recogerte», es económico por el hecho de que «te sale más barato, sobre todo si vienes de otra comunidad» y seguro: «tenemos cámaras, hacemos fotos a los coches al entrar y al salir por si hay alguna incidencia y el espacio está vigilado siempre». ¿Los precios? Competitivos en base a lo que piden los diferentes parkings vecinos. Dejar el coche una semana en el aeropuerto cuesta 35,21 euros con reserva previa y en una parcela situada a 5 minutos andando del edificio. Si no se reserva, el precio aumenta hasta 76 euros.

Los parkings alternativos, por su parte, cuestan entre 33 y 38 euros. «Aquí están todas las plazas cubiertas y hacemos traslados gratis al aeropuerto. Tenemos un valor añadido, y es que el trato personal genera confianza al cliente, eso es lo más importante». Así define Juan Manuel su negocio y lo defiende ante la oferta «oficial» del aeropuerto.

Estacionar gratis

Tal como contaba ayer Levante-EMV, existe una realidad paralela a los aparcamiento oficiales y alternativos, y es que, decenas de viajeros y trabajadores del aeropuerto cruzan cada día la N-220que separa el polígono industrial y el aeropuerto para acceder a pie al aeródromo y así poder aparcar gratis en el espacio empresarial.

Los propietarios de estos negocios tienen una opinión al respecto. Juan Manuel ubica su solar cubierto en el mismo polígono y explica que «algunos de los que aparcan en el polígono vuelven de viaje y se llevan una sorpresa, ya que al salir el sol algunos coches aparecen con los cristales rotos o incluso sin ruedas», cuenta.

Por su parte, Mari Carmen anima a los viajeros que cruzan la carretera a dejar sus coches en el parking. «Hay gente que por no gastarse 15 euros en aparcarlo un fin de semana se juega la vida cruzando la carretera», subraya, «Es peligroso y algún día puede haber un disgusto». En coche, en taxi o andando. Los pasajeros buscan la opción más barata. Quizás el Metrovalencia sea una posibilidad.

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