Los deberes de los niños vuelven a salir a la palestra. La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas le preguntó a los niños qué aspectos les gustaría que recogiera la nueva Ley de Infancia ya que, por primera vez, se les considera "ciudadanos de pleno derecho". Y los menores mostraron su preocupación por los deberes y por la falta de tiempo libre. Por ello, la nueva Ley de Infancia y Adolescencia que prepara la dirección general del mismo nombre, recogerá que los niños tengan menos deberes ya que el ocio se refleja como uno de sus derechos fundamentales. Precisamente porque son niños. El debate está servido.

Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA). "Aplaudimos la iniciativa de la Dirección General de Infancia, aunque pensamos que deberían dar un paso más y prohibir los deberes por ley, como ocurre en otros países como Francia. El año pasado participamos en una campaña de 'huelga de deberes' porque los niños necesitan jugar porque son, precisamente, niños y los profesores no se coordinan a la hora de establecer las tareas. Los exámenes se deben llevar a cabo a determinadas edades, pero los deberes es un tema que ya se ha llevado hasta el Congreso de los Diputados y nuestra postura es, directamente, deberes no", afirma el presidente de FAPA, Marius Fullana.

Asociación de profesores de Primaria. "Para que los niños tengan deberes la coordinación del profesorado debe ser máxima, y no lo es. De entrada, hasta los 8 o los 9 años no deberían tener tareas en casa y, cuando se pongan deben ser por un tiempo mínimo (no más de media hora). Nosotros apostamos por la lectura como tarea para casa u otro tipo de actividades como comparar la factura de la luz (ver si se ha pagado más o menos que el mes anterior), realizar el arbol genealógico o averiguar qué profesión tenían los abuelos o antepasados. Los alumnos de Primaria tampoco deberían tener más de un control al día. El objetivo es que no odien la escuela y disfruten aprendiendo. Porque por cuidar su futuro perdemos su presente", afirma Eva Tarín.

Federación católica de Asociaciones de padres de alumnos (Fcapa). "Nosotros estamos en contra tanto de la regulación como de la supresiónde los deberes. Por una cuestión pedagógica. Es el maestro quien debe valorar lo que el niño necesita. No podemos restarle autoridad al profesor, otra cosa es que le exijamos que los deberes sean proporcionales a su edad y que las materias se coordinen. Pero que la Ley de Infancia recoja la regulación de los deberes me parece fuera de lugar", asegura el presidente de Fcapa, Vicente Morro.

Stepv. Desde el Sindicat de treballadors i treballadores de l'ensenyament del País Valencià (Stepv) afirman que el problema de los deberes "se debe a los currículums que se le marca al profesorado porque para seguir la programación y cumplir los objetivos deben mandar tareas para casa. Sino no cumplen. Si a eso se suman las extraescolares... nos plantamos con un niño que se pone a hacer los deberes a las ocho de la noche y eso es tremendo. Con la jornada continua los niños tendrían más tiempo para unas tareas coordinadas".

Comisiones Obreras. Desde CC OO. Xelo Valls aplaude que el ocio de los menores aparezca como un derecho en la Ley de Infancia, y asegura que los profesores se agobian porque no pueden cumpolir con los objeutvos que plantea la Lomce y eso es lo que hay que revisar. "Cada comunidad educativa debe decidir y planificar si pone deberes y para reforzar qué porque los niños ya no tiene tiempo ni de jugar".

CSIF. Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), "consideramos que esa nueva normativa sobre la infancia debería de escuchar y contar con la opinión de los docentes y de la comunidad educativa en general antes de promulgarse. El sindicato respeta la capacidad pedagógica y la libertad de enseñanza de cada profesional para organizar sus clases y mandar o no más o menos deberes a sus alumnos según considere oportuno. Ese profesional es quien mejor conoce las necesidades de su alumnado y su objetivo consiste en potenciar sus habilidades y ampliar sus conocimientos", afirma el presidente, Artemio Almonacid.

ANPE. Desde el sindicato independiente de docentes, Laureano Bárcena asegura que incluir la regulación de deberes en la nueva Ley de Infancia es "un tanto irresponsable". "Una cosa es pedir la racionalidad y adecuación de las tareas, peor siempre desde el respecto al docente. Los deberes tienen por objetivo inculcar el hábito de estudio, ayudan al niño a planificarse y refuerzan lo que se ha dado en el aula. Así que, realizar una ley así sin contra con el profesorado no parece lo más correcto. Necesitamos el consenso de toda la comunidad educativa", explica.