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Violencia machista

La importancia de romper con el silencio en la adolescencia

El 21 % de las jóvenes sufre la violencia de control en sus parejas sentimentales - El Ministerio de Igualdad lanza una guía didáctica para prevenir la violencia machista y la violencia del control en las aulas

La importancia de romper con el silencio en la adolescencia

Uno de cada tres jóvenes considera inevitable controlar ciertos aspectos de la pareja. El 28 % de las jóvenes han sufrido las mal llamadas "pruebas de amor" que se consolidan a través de la práctica del sexting y un 36,3 % de chicos y chicas están a favor de la idea de que los celos son una expresión de amor. Esta violencia de control está "exageradamente presente" (con un 21 %) en las mujeres de 16 a 19 años, cuando en la población general se encuentra presente en el 9,6 %. ¿El resultado? Más de medio millar de mujeres menores de 18 años (565) fueron víctimas -conocidas- de violencia machista el pasado año.

Estas cifras fueron expuestas por Isabel Cabello, comisaria jefa de la Unidad Central de Participación Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía, en la I Jornada de Prevención de la Violencia de Género en la adolescencia desde las aulas, celebrada ayer e impulsada por la Delegación del Gobierno. Tras enunciar la cifra, Isabel hizo una pausa: "Existen números aún más negros, la de las jóvenes que callan". Y lo hacen porque "tienen miedo", explicó.

Numerosas han sido las charlas, como la dada ayer, en la que se apela a la necesidad de concienciar a los alumnos desde las aulas. Sin embargo, existe un factor primordial: el propio entorno familiar. Según Cabello, muchas adolescentes evitan hablar de la problemática vivida por temor a escuchar las respuestas recurrentes, según la comisaria, en la que los parientes quitan hierro al problema y lo esconden tras el velo de las "chiquilladas". "Se escudan en que ya tienen suficiente con sus problemas cotidianos como para pararse en los amoríos adolescentes de su hija", aseguró.

De esta forma, las jóvenes acaban creyendo que, de verdad, estos casos son asuntos de menor enjundia y "los dejan correr".

Sin embargo, desterrar estas conversaciones del ámbito familiar únicamente promueve que continúen in crescendo cifras como las anunciadas ayer: 11.228 denuncias este año por violencia machista en la Comunitat Valenciana, de las cuáles únicamente emanaron 2.425 órdenes de protección, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

"Es esencial mantener las primeras relaciones de pareja en un entorno igualitario y libre de violencia, para que en un futuro seamos portadores de esos valores, pues la violencia, con el tiempo, se suele intensificar y deriva en actos de mayor gravedad", expuso Cabello. Como las cinco mujeres asesinadas que dejan los once meses de 2017, o el último caso, el parricidio en Alzira que segó la vida de una niña de dos años.

"Hay salida a la violencia"

Así, el Ministerio de Igualdad anunció en esa jornada el lanzamiento de la Guía Didáctica "Encuentra el verdadero amor", para introducirla dentro del Plan Director. Con ella, buscan dotar al cuerpo docente de recursos con los que obtener atención y asesoramiento, insistiendo en una realidad: "Hay salida a la violencia de género", y eliminando del marco general la figura de la mujer como "víctima atemporal".

Esta guía usa como herramienta principal aquella que, en demasiados momentos, ha servido para alimentar el mito del amor romántico: el cine. Así, cinco cortometrajes educativos, de dos minutos de duración cada uno y realizados por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), conforman el eje de actuación sobre el que pivotará el trabajo de los docentes en los centros educativos para concienciar a los jóvenes sobre la necesidad de construir las relaciones románticas desde la perspectiva de la igualdad. Esos cortos reflejan de forma transversal el problema de la violencia en adolescentes y trata diferentes manifestaciones de ella (primeros signos de maltrato, control obsesivo sobre actos y forma de vestir, falta de confianza, celos y violación de la intimidad) para aprender a detectarla y actuar contra ella.

La metodología sugerida propone cuatro fases de desarrollo en sesiones de 60 a 90 minutos, con actividades que demuestran que "ser chico o chica no determina todo lo que eres" o las que promueven la reflexión individual para "echar por tierra" prejuicios que condenan de antemano a las mujeres y justifican la violencia "fruto de los patrones socio-culturales heredados".

Asimismo, alentaron a los casi cien maestros que asistieron a la jornada a aumentar el número de charlas sobre violencia machista en sus centros para explicar a las jóvenes cuáles son los comportamientos que "no deben permitir", para denunciarlo y tener presente que el amor "siempre" será libertad, nunca control.

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