Empezó siendo una cita autonómica pero, después de dos años creciendo por encima de lo esperado, sus organizadores decidieron abrirlo al resto de España y ya van por la segunda convocatoria nacional. El Congreso Nacional de investigadores predoctorales en Biomedicina reúne desde ayer y hasta hoy viernes en el Hospital La Fe a 300 jóvenes investigadores llegados de toda España. El objetivo de sus creadores (todos de centros de investigación valencianos) era el de crear un foro en el que poder tratarse de tú a tú.

«Los congresos normales están muy enfocados a que vayas a aprender, pero un predoctoral está intimidado frente a investigadores importantes. El que esto sea de tú a tú y con trabajos parecidos lo hace todo más fácil que con un investigador principal», reconoce Manuel Martín, doctorando en el Instituto de Biomedicina de València y uno de los 13 miembros del comité organizador. En estos dos días, el congreso da espacio para que los jóvenes -con una media de edad de 26 años- presenten hasta 20 charlas, seleccionadas entre más de 100 propuestas. Entre todos planea la duda de qué futuro les espera cuando consigan el doctorado.

«El problema real llega cuando terminas, te ves obligado a irte fuera y eso no creo que sea bueno para el país. El irte y el volver, claro», asegura Martín.

En esta edición, investigadores de la talla de Mariano Barbacid, del CNIO o Mara Dierssen del Centro de Regulación Genómica de Barcelona les han dado su apoyo participando en esta edición.