En una marcha organizada por el Moviment Feminista de València, la ciudadanía ha salido a la calle este sábado por la tarde para mostrar su total rechazo a la violencia machista. La manifestación está encabezada por un grupo de mujeres para visibilizarlas y otro grupo que porta esquelas para recordar a las víctimas que ha habido hasta ahora. Les han acompañan grupos mixtos, otras asociaciones y políticos. Entre ellos, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra; las conselleras de Sanidad y Justicia, Carmen Montón y Gabriela Bravo, respectivamente, y la secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrer, entre otras.

La marcha se ha iniciado a las 19.00 horas desde la plaza de Alfons el Magnànim bajo el lema "Ens volem vives, lliures i rebels, juntes som més fortes!", en dirección a la plaza del Ayuntamiento, donde han rendido homenaje a mujeres recientemente asesinadas.

Miles de personas se han reunido en València desde las 19 horas contra la violencia machista y bajo el lema "Nos queremos vivas, libres y rebeldes. Juntas somos más fuertes" por las calles del centro de València convocadas por la Coordinadora Feminista Estatal. Por primera vez en la historia los asistentes han querido manifestar su repulsa a la lacra machista utilizando el ruido en lugar del silencio, como una forma de reivindicar que este problema involucra a toda la sociedad y se debe apoyar sin reservas a las víctimas alzando la voz contra los agresores.

La manifestación, que ha terminado en torno a las 20.45 horas, también ha recordado a las mujeres asesinadas leyendo sus nombres y dejando flores y esquelas en su memoria.

El negro y el violeta han sido los colores predominantes entre las vestimentas de los asistentes, y también se han exhibido lemas como "no a las visitas para maltratadores", "no a la custodia compartida para maltratadores" o "basta de justicia patriarcal".

Entre las principales reivindicaciones de esta marcha, que ha sido convocada también en otras capitales españolas, se incluye la petición de dotar de prioridad a las políticas de prevención, que se eliminen las trabas para que las mujeres inmigrantes puedan acceder a las medidas de atención general y que los medios de comunicación se comprometan en la lucha contra este tipo de violencia, evitando el sensacionalismo morboso y utilizando un lenguaje no sexista.

También que el sistema judicial asuma la responsabilidad, que genere "estructuras reales de protección" y que amplíe la calidad y cantidad de los turnos de oficio con perspectiva feminista.