Uno de los dos últimos ultras detenidos por las agresiones en la manifestación vespertina del pasado 9 d´Octubre ya había sido arrestado antes por dos hechos violentos. Se trata de Vicente R. M., de 23 años, apresado el 6 de mayo de 2012 por la Guardia Civil por un homicidio doloso -más tarde, concluido el juicio, fue condenado por lesiones, ya que el fiscal modificó la imputación inicial en atención a la gravedad de las heridas- y el 23 de noviembre de 2015 por violencia machista, por presuntos malos tratos a su novia.

La policía cree que esa, tener antecedentes, fue la razón por la que Vicente R. M. acudió a la manifestación con el rostro totalmente cubierto: llevaba una sudadera con capucha y, debajo de esta, una gorra con visera para evitar ser identificado. Pese a ello, la policía logró ponerle nombre y apellidos gracias al análisis de varias imágenes extraídas de grabaciones.

El otro arrestado del que informó Levante-EMV el pasado viernes es un argentino, Gustavo Eleazar C. C., sin antecedentes policiales y el único de los 15 detenidos por ahora que decidió prestar declaración ante los agentes de la Brigada de Información de la Policía Nacional que lo citaron y detuvieron el jueves de la semana pasada, junto a Vicente R. M. El argentino se escudó en que pasaba por casualidad por la zona y que no había participado en las agresiones, ya que su objetivo no eran los manifestantes. Sin embargo, la policía ha aportado también indicios incriminatorios contra él.

Al igual que había ocurrido con los primeros 13 detenidos, ambos quedaron libres tras su paso por la Jefatura de Policía, tal como informó este diario el viernes, y ahora deberán ser citados por el juez de Instrucción número 15 de València para que comparezcan como inculpados.

La ronda de declaraciones será abierta por Vicente E. C., uno de los primeros arrestados y uno de los líderes violentos de los yomus del Valencia CF, de donde fue expulsado junto a un grupo de radicales. Todos ellos fueron readmitidos por el club en agosto pasado.