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Conmemoración

Y si el de hoy es el último aniversario en negro

Cuatro años después del apagón de RTVV, À Punt se prepara para iniciar emisiones sin librarse de polémicas y amenazas procedentes de la vieja tele

Y si el de hoy es el último aniversario en negro

El 29 de noviembre de 2015, la primera conmemoración del apagón de RTVV ya con el gobierno del Botànic, el mensaje era el de recuperar la señal antes del Nou d'Octubre de 2016. Aún no había ley para unas nuevas televisión y radio públicas, pero se esperaba tenerla en seis meses.

Al año siguiente ya estaba la ley (se aprobó en julio de 2016 en las Corts) y la consigna entonces era la de regresar en pruebas y con material enlatado a la antena antes de que tocaran las uvas.

Hoy se repite la fecha negra del fundido en negro de Canal 9 (el 29 de noviembre de 2013) por decisión del Consell de Alberto Fabra (PP) y la esperada televisión autonómica sigue igual: sin emitir, aunque ya hay directora general (Empar Marco, desde marzo) y cúpula directiva a su medida.

Un mensaje en la frecuencia que la tele conserva indica que À Punt (el nuevo ente tiene nombre bien distinto) se prepara para regresar pronto. Será en marzo de 2018, el mes de las Fallas y la Magdalena, si nada se tuerce antes.

Amenazas existen, pero por lo pronto la radio ya suena, aunque sea en pruebas técnicas. La calidad del sonido no es grandiosa, pero algo es: música en valenciano de distintos estilos encadenada mediante cuñas promocionales de lo que ha de venir.

Sí Ràdio (la segunda emisora resistió unas horas más que la principal) se apagó en 2013 con Seguirem de Obrint Pas, La Gossa Sorda y Al Tall. Al país de l'olivera, también de Obrint Pas, fue la canción del inicio por sorpresa de À Punt Ràdio la madrugada del pasado día 13. Está previsto que la nueva emisora adquiera más presencia en una fecha sin determinar de diciembre con un magacín matinal que ya tiene voz: Jèssica Crespo. Los informativos tendrán que esperar a la televisión.

Si Obrint Pas ha sido el puente simbólico entre el viejo y el nuevo ente, la conexión más real, y más problemática, es la de los empleados de la desaparecida RTVV.

Primero fue la amenaza de lo que podía ocurrir con los recursos al expediente de regulación de empleo con el que la empresa se extinguió. Superado ese último obstáculo con la sentencia del Tribunal Supremo del pasado octubre, la relación con los empleados de aquella RTVV continúa proyectando una sombra de preocupación para el futuro.

Las bolsas de trabajo temporal para el inicio de las emisiones contemplan unas ventajas de puntuación para los veteranos de Canal 9 que la Unió de Periodistes Valencians ha decidido, en mayoría asamblearia, recurrir ante los tribunales. Las considera gravosas para el resto de la profesión y sostiene que se ha visto en los primeros procesos de selección.

Incluso ha aprobado solicitar medidas cautelares. Si el juez aceptara la petición, supondría detener las contrataciones y frenar el proceso de apertura. Este se ha lanzado en las últimas semanas con la aprobación de un buen número de compras de productos y de las empresas que han de desarrollar los magacines de mañana y tarde que sostendrán la primera parrilla.

À Punt ya tiene además equipo directivo. No sin polémica. El «transparente» proceso de selección ha acabado sin sorpresas: con los cercanos a Marco y que ya habían colaborado con ella en los primeros puestos tras lograr las calificaciones más altas en la evaluación de sus proyectos y la entrevista final.

Habrá que esperar, por otra parte, a que avance la contratación de más productos, aunque un sector del audiovisual anda con la mosca en la oreja. Lo importante, de momento, es si la Comunitat Valenciana deja de ser la única autonomía con lengua autóctona sin televisión pública. Ya van cuatro años así. Suma y sigue.

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