La revisión a la baja que pretende el PP en las ayudas a empresarios y sindicatos recogidas en los presupuestos de la Generalitat de 2018 incluye Feria València. Cuatro enmiendas del grupo parlamentario plantean dar de baja el 25 % de los fondos que la Conselleria de Economía ha consignado para la entidad que preside José Vicente González. De atender esta petición, los 32 millones consignados se verían reducidos en algo más de ocho millones de euros.

La propuesta popular detalla una quita en cuatro partidas y que este dinero se destine a apoyar otros proyectos. En concreto, se solicitan cuatro millones de euros para el polígono industrial y el mercado de Monóvar, 4 millones para la antigua fábrica de cementos y 200.000 euros para un polígono industrial de Elx.

El tijeretazo del PP a la Feria de València resulta sorprendente teniendo en cuenta el trato que recibió bajo gobierno popular. La Generalitat avaló en tiempos del PP y de forma regular la operaciones crediticias de Feria València. Incluso la buena relación con el partido permitió que durante años Feria València demorara el cobro de la factura por el congreso nacional del PP de 2008.

Las cuatro líneas de financiación sobre las cuales se plantea el recorte corresponden a compromisos para sufragar las obras de ampliación de la institución ferial fruto de convenios firmados por el PP. Fuentes del Consell precisaron que el recorte crearía un fuerte quebranto a la entidad.

Los ayuntamientos que se beneficiarían con el desvío de ayudas están gobernados por el PSPV o Compromís. Al bipartito no le cabe duda de que el PP utilizará estas enmiendas como ariete contra el Consell.

Las enmiendas forman parte de un amplio paquete (1.200) que incluyen reducir en un millón de euros a la patronal y la subvención de tres millones a Air Nostrum. Un dinero que el PP quiere destinar a Cáritas y otro tipo de entidades sociales. Además, la presidenta del PP, Isabel Bonig, quiere revisar la ley de Participación Institucional aprobada por el Consell de Fabra del que ella formó parte.

Esta ofensiva contra las ayudas públicas a sindicatos y empresarios es interpretada por el Botànic como una pataleta por el apoyo de estos actores sociales a la manifestación contra la infrafinanciación. El apoyo empresarial a la protesta enojó a Bonig, pero el PP desvincula una cosa de otra. Cabe apuntar que el presidente de la Feria, J. Vicente González, fue uno de los primeros que anunció su respaldo a la manifestación. Su relación con Bonig es tensa desde la época en que la lideresa popular era consellera de Infraestructuras.

Con todo, la propuesta del PP para revisar la ley de Participación Institucional ha encontrado apoyos en los sindicatos minoritarios, los perjudicados por la citada ley: CSIF, Sindicato Independiente USO e Intersindical. Ayer comparecieron en una rueda de prensa que da oxígeno a Bonig, criticada por varios frentes. Aunque admitieron que el planteamiento de Bonig es «incoherente», algunos descartaron que fuera una «venganza» por la manifestación e indicaron que aplaudirán cualquier ayuda. Los cuatro sindicatos piden una negociación para acabar con una ley que atenta contra la «libertad sindical», produce «discriminación y competencia desleal» y «genera bisindicalismo».