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Entrevista

Carmen Montón: "Aquí no hay ninguna empresa con derecho sobre el paciente"

El presupuesto de 2018 es la demostración empírica del ahorro en la reversión de Alzira» «Es una cuestión de gobierno, no personal»

Carmen Montón: "Aquí no hay ninguna empresa con derecho sobre el paciente"

A año y medio del final de legislatura, ¿vislumbra qué promesas se van a quedar en el tintero?

La verdad es que llevamos una velocidad de cumplir el programa electoral que lo tenemos prácticamente todo. Ahora falta que las Cortes aprueben la Ley de Derechos y Garantías al final de la vida, a la que concedo mucha importancia. En el tintero siempre quedarán cosas, pero la satisfacción está en que hemos podido cumplir las cuestiones del Pacte del Botànic, lo emblemático.

¿Tiene miedo de que los juzgados deshagan parte de lo hecho? ¿Por ejemplo en las ayudas al copago?El TSJ las anuló en verano...

En copagos en realidad nos dijo que estábamos actuando dentro de nuestras competencias. Intentamos primero cumplir los compromisos y después hacerlo con la mayor seguridad jurídica. Es verdad que tenemos un Gobierno central que intenta impedir esta nueva etapa en la Comunitat Valenciana de recuperación de derechos pero lo estamos haciendo en el ámbito de nuestras competencias y con la legitimidad que nos da el querer revertir esos recortes. A nivel judicial totalmente tranquila.

¿Y también sobre el recurso de la patronal de la sanidad privada contra el contrato del IVO?

Sí. Se firmó el convenio y pasó el decreto por las Cortes. Total normalidad.

¿Habrá caos en el hospital de Alzira el día 1 de abril de 2018?

Es un momento de transición, pero las dos cuestiones fundamentales están claras: la cartera de servicios se mantiene y los trabajadores siguen en su puesto de trabajo y nosotros pretendemos darle un impulso a ese departamento con 6 millones de inversión. Estamos empeñados en darle normalidad, es un momento de transición pero será para bien.

Incluso en citaciones, o acceso a historiales, ¿no se prevé algún problema puntual?

Cualquier situación se solventará, pero lo básico está resuelto.

¿Está cumpliendo Ribera Salud con las normas de reversión?

El nivel de cumplimiento es mejorable pero aún así siguen su cauce normal dentro de la administración. El 1 de abril veremos cómo comienza el fin del modelo Alzira.

El TSJ no ha concedido las medidas cautelares para retrasar esa fecha. ¿Lo esperaban?

Estábamos muy tranquilos porque las normas están hechas de manera correcta y de forma transparente. Todo se ha hecho con luz y taquígrafos y están avaladas por los tribunales. En esta segunda resolución sentimos satisfacción porque nos permite seguir con el ritmo planteado por la conselleria. Ojalá la empresa pusiera más fácil la labor de la administración que es el control. Han abandono las comisiones mixtas, que son el órgano de control. Lo que esperamos es que reconsideren su actitud y después de este fallo vean también que es un decisión que se ha tomado legítimamente por mandato de los valencianos y valencianas que dieron la victoria a un gobierno de cambio y, por tanto, deben colaborar para terminar el contrato de la mejor manera. Y que tengan en cuenta a la ciudadanía.

Visto lo visto, está pidiendo algo difícil.

Lealtad con la institución y cumplimiento de contrato. Creo que es lo mínimo que se le puede pedir a alguien que trabaja o que tiene el único recurso económico procedente de la administración.

La empresa ha redoblado su presión judicial...

Son cuarenta y ocho recursos. Obedece a una falta de colaboración. La empresa se revuelve pero estamos cumpliendo nuestra obligación: velar por el dinero de los valencianos y valencianas y por la calidad asistencial.

La presión judicial y la mediática son las que se ven. ¿Hay presiones que no se ven?

Para que exista una presión te tienes que dejar presionar. Tenemos muy claro que tenemos que cumplir el Pacte del Botànic y la palabra del president de la Generalitat, que en el discurso de investidura anunció que se acabaría el contrato de Alzira. Al final se está viendo que no son solo palabras, también hechos.

No me contesta...

No.

¿Y esas cosas que calla se llegarán a conocer?

Insisto, no somos un equipo que nos dejemos presionar ni condicionar. La única presión que tenemos es hacer las cosas bien hechas y cumplir los compromisos electorales.

Ha recordado que Alzira es una promesa electoral... ¿siente que ahora hay intención de hacer ver que es su empeño personal?

No es un empeño personal. Yo comparto la defensa de la sanidad pública, de la que me siento muy orgullosa. No es una cuestión personal, es una cuestión de gobierno y que estaba demandado por la ciudadanía.

¿Se siente arropada en la reversión por el Consell ?

Sí, por supuesto, política y personalmente y además también socialmente. El 80 % de la población de la comarca está en el «a favor» de la finalización del contrato. Los propios profesionales nos lo hacen llegar. Era algo esperado, deseado y bienvenido por muchas personas. Entendemos que la empresa no lo salude pero el resto de actores sí.

Ha dicho que la reversión es también velar por el dinero de los valencianos. El informe de la Sindicatura de Comptes hablaba de un ahorro en la gestión privada...

Ahorro para la empresa. Lo que dice la sindicatura es que la empresa gasta un 21% menos en trabajadores. Sin embargo, lo que la Generalitat paga a la concesión es tarifa plana. Todos los años más de 190 millones de euros a Alzira, independientemente de lo que ellos trasladen a sus trabajadores, por lo tanto es un modelo que conviene a la empresa pero eso no significa que redunde en un ahorro para la sanidad pública.

En los presupuestos de 2018 se incluyen más de 90 millones para personal, y dinero para mejoras. ¿Habrá entonces ahorro?

La prueba es este presupuesto. Es la demostración de que, cambiando esos 90 millones de euros del capítulo 2, de externalización, para llevarlos al capítulo 1, con gestión directa, nos dan para absorber el personal, para ampliar personal y equiparar la ratio al mismo nivel que tiene la sanidad pública y para hacer un plan de inversión de 5,7 millones para mejorar tecnología y la Atención Primaria. Por tanto, hemos eliminado el beneficio empresarial que se escapa del sistema público. El presupuesto es la demostración empírica y objetivable.

Ribera Salud acaba de presentar su plan estratégico 2018-2028 para el departamento. ¿Qué le parece?

Es una estrategia de marketing. Me sorprende, porque si querían invertir en el departamento habían tenido 15 años para poder invertir y lo que han hecho en los últimos años no llegan a ese nivel. Yo creo que es oportunista y no tiene ninguna credibilidad.

La ley de acompañamiento recoge el personal de Alzira como 'a extinguir' por fallecimiento, jubilación o 'motivo legal'. ¿Si se sacan unas oposiciones, esos profesionales van fuera?

Si viene un gobierno distinto con una ley distinta... yo no soy adivina pero esas personas a día de hoy tal como lo hemos asentado en esta ley tienen garantizado trabajar en su puesto hasta jubilación, fallecimiento u otra causa legal, que puede ser desde un caso de maltrato hasta un expediente. En esa causa legal no están incluidas las oposiciones. Mientras está catalogado a extinguir no consta como vacante y no puede ser incluida en una oposición. Este gobierno tiene ese compromiso y no hay que tener ningún temor. Quien pretende levantar temor es quien tiene otras intenciones. Cuando hemos dicho que los profesionales van a continuar en su puesto de trabajo es así y no hay que buscar ninguna historia.

En listas de espera, las cifras en Alzira son mejores a la media de la sanidad pública. ¿Tienen motivos los pacientes de la Ribera para preocuparse?

No tienen ningún motivo. Estamos operando los sábados, hemos triplicado el autoconcierto. La sanidad pública valenciana también puede aumentar el rendimiento quirúrgico y en este 2017 ya lo hemos hecho. Estamos estableciendo una nueva cultura de trabajo y nos estamos esforzando al máximo. También hay que decir que la lista de espera es de aquella cirugía programada no urgente, cataratas, juanetes... y esto es así porque la prioridad tiene que ser para lo que es urgente. Siempre tendremos estas dos velocidades. La diferencia es que podrán disponer de todo el trabajo en red de la sanidad pública valenciana y no estar atrapados en un departamento.

Con estas medidas implementadas, ¿está satisfecha con las cifras de las listas de espera?

Las hemos ido poco a poco disminuyendo. Si nos comparamos estamos por encima de la media española. ¿Eso significa que hay que estar satisfechos? No. Iremos disminuyendo en listas de espera que, entre otras cuestiones, la demora nunca es cero. Hay un tiempo óptimo y estamos muy cerca.

¿El que muchos profesionales trabajen también en la privada está frenando esta apertura de quirófanos por las tardes?

Creo que no, en absoluto. Sí es verdad que en algunas especialidades el mercado no te ofrece tantos profesionales como necesita la sanidad y en el último consejo interterritorial así lo manifestamos a la ministra para acompasar el número de plazas MIR y poder hacer más real la oferta y la demanda.

Se cumple un mes desde que el contrato con el IVO está en vi gor. ¿Se está remitiendo a todo el que lo pide? Parece que la empresa no está conforme con las primeras cifras.

Yo creo que el enfoque es distinto. Aquí no hay ninguna empresa que tenga derecho sobre el paciente. Aquí se trata de que los pacientes estén lo mejor atendidos posible y, por tanto, el paciente con sospecha oncológica que haga una solicitud, el 100 % está siendo derivado y del resto de departamentos, aquellas necesidades asistenciales se derivan entre la red oncológica de la C. Valenciana y en esa red también contemplamos al IVO. Nosotros sí tenemos en el centro al paciente.

¿Entonces a todo el que lo ha pedido se le ha derivado?

Un paciente con sospecha oncológica, el 100 % son validados. Te insisto, las personas que cumplen el convenio firmado tienen a su alcance cualquier punto de la red oncológica, también el IVO.

La intervención de Ximo Puig en la negociación con el IVO fue leída como una desautorización hacia su persona y la reversión está suponiendo un desgaste. ¿Estos dos puntos han socavado su futuro político?

Yo hablaría más de empoderamiento, son cuestiones muy importantes para el gobierno y recaen sobre la responsabilidad de la Conselleria de Sanitat Universal. Luego la conselleria no es irrelevante, es una pieza fundamental de las políticas de gobierno. Es lógico que cuando necesito ayuda la pido tanto al president de la Generalitat como a otros miembros del Consell porque lo importante para mí era dejar bien claro que las puertas estaban abiertas a la colaboración. Bien está lo que bien acaba. Hay que saber pedir ayuda cuando la necesitas y considero que las políticas de la Conselleria de Sanidad son centrales para este gobierno de cambio.

¿Va a echar de menos hacerse la foto de alguna gran inauguración?

En política sanitaria se han tomado en el pasado decisiones equivocadas. La del Clínico es una. Esa foto de la maqueta lo único que ha servido es para una imputación en la trama Gürtel al conseller que entonces estaba. Eso es una foto y nosotros apostamos por cuestiones no tan fotogénicas pero sí muy importantes.

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