Los descuadres en la presentación de facturas por parte de los hospitales gestionados por el modelo de gestión privada son habituales desde el año 2013 cuando, tal como publicó este periódico, la Alta Inspección Sanitaria ya detectó irregularidades y duplicidades en la facturación de varios hospitales. En concreto en el conjunto de centros gestionados por Ribera Salud (Alzira, Torrevieja, Dénia y Elx - Crevillent) pero también en el de Manises, controlado por Sanitas.

En este caso, el cómputo de sobrecostes se centraba en el trienio 2013-2015 y el total ascendía a 2,6 millones de euros cargados a Sanidad de forma fraudulenta. Es decir, la misma cantidad que se ha facturado de más en tan solo 2016.

Cotejando datos, conselleria detectó que en el hospital de Torrevieja, por ejemplo, la Administración carecía de información asistencial sobre el 45 % de las urgencias hospitalarias que fueron objeto de compensación económica. La cifra de urgencias hospitalarias facturadas que aportó la concesionaria a la Administración (47.181) está muy alejadas de la que recogía el sistema de información de referencia (25.494). En Manises, se facturaron prácticamente el doble de asistencias urgentes hospitalarias de las recogidas en la aplicación de la conselleria.

Por otra parte, desde Compromís se ha instado al Hospital de la Ribera a derivar al IVO, a los pacientes que lo soliciten, porque según la diputada de esta formación política, Maria Josep Ortega, «hemos tenido constancia» de que desde el centro hospitalario de Alzira «se está negando, a los pacientes que lo solicitan, ser derivados para recibir los tratamiento oncológicos que necesitan». Estas acusaciones se enmarcan en el hecho de que tras el convenio firmado por Sanidad y el IVO, cualquier usuario puede solicitar ser tratado en el centro de Campanar, pero según Ortega, «hemos conocido que sus responsables se niegan a establecer una colaboración con el IVO que permita la derivación de pacientes, vinculando este hecho al poco tiempo que les queda de gestión».