La ONU asumió como propia ayer la bandera que Eros Recio, el primer bailarín con síndrome de Down que ha sido cabeza de cartel sobre los escenarios de València, entregó a los máximos representantes en Europa del organismo internacional.

Recio asumió a principios de 2017 la tarea de diseñar un signo de identificación general para las personas discapacitadas, en un mundo en el que los símbolos son primordiales para la comunicación y el entendimiento.

El boceto de la enseña fue registrado el pasado julio. La bandera consta de tres franjas paralelas, en representación de las tres discapacidades principales: física, psíquica y sensorial. Los colores elegidos son los de los tres metales nobles de la naturaleza: oro, plata y cobre. Discapacitados de todo el mundo han celebrado la iniciativa del joven valenciano.