La defensa de José Juan Morenilla, exgerente de la Entidad Pública de saneamiento de aguas residuales (Epsar), acusó ayer a los antiguos responsables de Emarsa de haber defraudado 1,3 millones de euros a la Agencia Tributaria al «quedarse con el IVA de las obras, porque las consideraba subvención, tal como recogen las auditorías financieras de 2004 a 2009» un hecho que «no se quiso investigar», denunció.

Se trata de una de las clamorosas lagunas de la investigación, según la defensa de Morenilla, sobre el presunto saqueo de la depuradora de Pinedo, en cuya instrucción «la imputación de Morenilla se ha construido a martillazos», según defendió el letrado, José María Gómez Magaña.

Morenilla solicitó ayer su absolución en la causa porque, según defendió su letrado, «22 de los 23,5 millones del dinero defraudado no procedía de la Epsar, sino de la Emshi (Entidad metropolitana de servicios hidráulicos), que es también a quien correspondía vigilar las actuaciones de Emarsa», la empresa pública responsable de la depuradora de Pinedo.

El exgerente de la Epsar pasó de testigo a investigado en la causa a partir de febrero de 2012, cuando dos de los acusados (Esteban Cuesta y Enrique Arnal) «comenzaban a negociar la conformidad con la Fiscalía y empezaron a declarar que Morenilla se llevó dinero», una acusación de la que se desdijeron posteriormente.

También volvió a denunciar las supuestas amenazas del exconsejero de Emarsa, Ramón Marí, para que «desvelara la financiación del PP o me vería implicado» o la presunta «fabricación de un anónimo, que se hizo llegar a Carmen Martínez» y que se demostró falso.

De hecho, repitió insistentemente el abogado de Morenilla, existe una «ausencia de prueba alguna» contra el exgerente de la Epsar a quien la Fiscalía solicita 10 años de cárcel por malversación, prevaricación y falsedad en documento público.

De hecho, el letrado Gómez Magaña llegó a asegurar que existe «un especial interés por parte de la acusación popular y del Ministerio Fiscal, con la inestimable colaboración de Arnal, García Martínez 'Chanín' y Bernácer, en culpar como sea del fraude perpetrado a Morenilla, hecho que me deja perplejo».

El exgerente de la Epsar acusa a su subalterno, Ignacio Bernácer, de usarlo como «cabeza de turco para tapar sus miserias» ya que en la confesión ante la Fiscalía de éste último inculpó a Morenilla en el fraude y logró reducir de 14 a 3 años de cárcel la petición de la fiscal y mejorar, «un mes después de su confensión, la situación judicial de la mujer de Bernácer, acusada en una pieza separada del caso Emarsa por blanqueo.

Una situación que no se ha producido en el caso de Morenilla. «No se ha demostrado que haya incrementado su patrimonio, a pesar de que se ha investigado a su mujer, padres y hermanos. Y es el único sobre el que no hay pieza separada por responsabilidad patrimonial», alzamiento de bienes o blanqueo, como sí existe en otros imputados. Sobre el presunto uso de las tarjetas del empresario Roca para extraer dinero de cajeros sugirió que cargos de la Emshi podrían haberlas usado ya que «no ha quedado demostrado que fuera Morenilla quien las usara».