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Entrevista

Rodríguez-Piñero: "El 'brexit' es un bofetón, pero sirve para aprender de los errores, como los recortes"

"Políticamente no es viable una reversión, el Reino Unido no tiene ningún interés"

Rodríguez-Piñero: "El 'brexit' es un bofetón, pero sirve para aprender de los errores, como los recortes"

El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, lograron ayer un acuerdo para cerrar las bases del "brexit". Un primer paso para iniciar las conversaciones sobre las relaciones futuras una vez se produzca el divorcio. ¿Cómo están siendo las negociaciones? La eurodiputada valenciana Inmaculada Rodríguez-Piñero dibuja para Levante-EMV un esquema del estado de la situación.

El 23 de junio de 2016 se celebró el referéndum en el que los británicos decidieron salir de la Unión Europea. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿En qué momento estamos?

Se ha conseguido una voz única en el bloque de los 27 países estados miembro, era clave. El 'brexit' no es buena noticia, pero se trata de que consigamos minimizar el impacto y aprovechemos la salida del Reino Unido para convertir en una oportunidad para cambiar las cosas que no funcionan bien y salir como una UE más unida y más eficiente.

¿Cómo va la negociación?

Son dos fases. En la primera tratamos de dilucidar los principios fundamentales, los derechos de los ciudadanos británicos en la UE de los 27 y viceversa. Hablamos también del criterio y el importe aproximado del volumen de lo que supone la liquidación de las cuentas del Reino Unido. No se trata de penalizar ni sancionar, sino de pagar el compromiso que tienen con la UE. Ahí se ha producido un cambio sustancial en los últimos días. Hemos pasado de que Boris Johnson y Theresa May dijeran que no iba a costar una libra a los británicos, a que ya estén reconociendo de 45 a 55 millones de euros. La cifra en la que se ha estado moviendo la UE era en torno a los 60.000 millones. El tercer punto es la frontera con Irlanda del Norte y el cuarto es el reconocimiento del Tribunal de Justicia de la UE como el único con capacidad para dirimir los conflictos durante la transición. Si estas cuatro son aceptadas, pasamos a la segunda fase.

¿Cuándo se dará y en qué consiste el siguiente paso?

El 14 y 15 de diciembre se hará una evaluación para saber si se ha llegado suficientemente lejos en estos aspectos y pasar a las segunda fase, que es el acuerdo de retirada. Son dos acuerdos diferentes, el de relaciones futuras y el de retirada. Este último es competencia exclusiva de la UE. Requiere la ratificación por parte del parlamento. El de relaciones futuras es mixto porque afectará a competencias de los estados miembro y requerirá el voto del parlamento de la UE y de las naciones.

¿Dónde surgen los roces en la negociación? ¿Qué es lo que más está costando sacar adelante en las conversaciones?

Concretar los derechos. Estamos teniendo muchas dificultades para los ciudadanos de la UE que están allí. No se puede generar ese problema y tensión. Un elemento importante es el de los hijos de los comunitarios que viven en el Reino Unido. ¿Qué ocurre con ellos? El otro elemento es la frontera con Irlanda del Norte. Hay unanimidad en garantizar los acuerdos del Viernes Santo, los de paz y estabilidad, pero no sabemos cuál va ser el resultado. No va a ser una unión aduanera. May ya ha dicho que no quiere participar en el presupuesto de la unión y que la competencia jurisdiccional debe ser del Reino Unido. Quieren tener su propia política de control de entrada. Así que la UE tiene que poner una frontera, y la única posible es la de Irlanda del Norte. Hay riesgo de que se convierta en un coladero aduanero.

¿Cuál es el papel de la UE?

Garantizar los derechos de ciudadanía y la reciprocidad. Ante la incertidumbre que se está produciendo, se han multiplicado por 400 los británicos que quieren la doble nacionalidad. Más de la cuarta parte están en España. ¿Qué va a pasar con la sanidad, por ejemplo? Queda mucho camino.

Parece que queda mucho para el divorcio final, pero estamos hablando ya de asuntos muy concretos. ¿Cree que es posible una reversión del proceso a estas alturas?

Antes de que se cierre el acuerdo, todo es reversible. Requeriría un acuerdo por unanimidad y una consulta al Tribunal de Justicia. Pero, políticamente, no lo veo viable. No veo ningún interés por parte del Reino Unido. Y en la UE se ha instalado la idea de mantenernos juntos los 27, vamos a poner el foco en las necesidades de los ciudadanos. Se ha asimilado ya la salida.

¿Cómo es el europarlamento después del divorcio? ¿Es como tener al ex en casa esperando que se lleve sus cosas?

[Ríe]. Hasta que se concluya, son estado miembro. La única limitación es participar en las reuniones del Consejo donde se vaya a hablar de la estrategia de la Unión. Pero en el parlamento, todos son de pleno derecho. De hecho, el acuerdo de retirada lo tendrán que votar.

¿A día de hoy Europa tiene un proyecto convincente?

Todos los riesgos tienen sus oportunidades. El 'brexit' ha sido un bofetón, pero sirve también para darse cuenta de los errores. Que la ciudadanía esté descontenta no solo pasa en el Reino Unido, sino en muchos otros países. Pero los gobiernos de los estados miembro, ante la situación de crisis, siempre han dicho que la culpa la tiene Europa. Los gobiernos de los estados miembro son muy responsables de haber incrementado la actitud de rechazo a la UE.

Parte de culpa sí que tiene, ¿no?

Claro que sí, porque las políticas de ajustes han sido un gravísimo error. El peor error, sin duda, y así lo hemos denunciado los socialistas. Ahora se han dado cuenta. Se están empezando a aplicar políticas expansivas, de crecimiento, y ya está encima de la mesa un pilar social. No basta con ser un espacio de defensa de derechos y libertades, sino espacio que garantice la igualdad de oportunidades y eso requiere otras políticas. Igual que hay unas exigencias de las condiciones macroeconómicas, tiene que haber cumplimiento en las condiciones sociales. Que tengamos un salario mínimo en función del nivel de renta del país, que tengamos un seguro de desempleo europeo, reducir coeficiente de desigualdad.

Con todas estas mejoras, ¿en algún futuro querrían volver los británicos?

Lo veo difícil. Soy de las pesimistas. Durante un tiempo pensé que era posible que repitieran el referéndum, pero todo lo que han ido haciendo es hacia adelante. Creo que ha sido un gravísimo error, pero ya no hay vuelta atrás.

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