El puente de la Constitución en la Comunitat Valenciana es sinónimo de continuos paseos y compras para la cada vez más cercana llegada de la Navidad en el horizonte. Los más precavidos dejan listos estos días los últimos regalos para las fiestas acudiendo en masa a los centro comerciales. Sin embargo, las colas más largas se encuentran en otro tipo de establecimiento, los que reparten suerte cada año.

Y es que las administraciones de lotería valencianas viven estos días una avalancha de ciudadanos con ganas de probar suerte en la siempre ansiada Lotería de Navidad con el Gordo millonario como gran atractivo. Tradición, superstición o simples ganas de jugar se juntan a la hora de seguir participando en este sorteo cuyos inicios se remontan a 1812, pero que todavía hoy despierta muchas ilusiones. No obstante, ¿cómo buscan los valencianos la suerte?

Pues con el azar como principal aliado. Para Sandra, una de las personas que optaron en el día de ayer por comprar un décimo, la elección se hace siempre «sin pedir números». A veces, se deja llevar por la superstición. Por ejemplo, si cuando va a pedir, un décimo cae accidentalmente de su sujeción, ese es el que se llevará a casa.

Otra de los sistemas más habituales es el de confiar en la combinación que ofrezca el lotero. «No me gusta elegir el número. Cojo siempre el que me dan» afirmó Óscar, un vecino del municipio alicantino de Lorcha que ha venido hasta València a por un décimo. La misma opinión muestra Lola, para quien la obtención de los décimos es siempre al azar. «Los compro tapados todos los años», destacó.

Un año más, pero el mismo gasto

La apuesta por la lotería para este 2017 se mantiene también como en años anteriores. Así lo explica Heliodoro, uno de los compradores en este viernes festivo que volverá a llevar, como en los últimos sorteos navideños, «unos ocho o diez números». Para Iván, vecino de la localidad castellonense de Moncofar, este año también será parecido a los anteriores. «Voy a llevar lo mismo, unos siete u ocho décimos», expresó.

Sin embargo, no todos los valencianos gastarán el mismo dinero que en pasadas ediciones. «Yo juego mucho menos. Antes jugaba 500 euros, pero este año solo 100», recalca María Dolores. Un año más, las largas colas en busca del Gordo tiñen de ambiente navideño las calles valencianas.