Si no llueve, la provincia de València se quedará sin reservas de agua superficial destinadas al consumo para principios del mes de octubre. Así se desprende de los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) y del estado de los embalses que abastecen al suelo valenciano y que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) actualiza cada semana a través de la Conferencia Hidrográfica del Júcar (CHJ).
Actualmente los embalses de la cuenca del Júcar se encuentran al 24,98 % de su capacidad, es decir de los 3.347,5 hectómetros cúbicos (hm3) que pueden albergar, hay 836,12 hm3 de agua embalsada. Estos bajos niveles junto a la situación de sequía territorial provocan que el reparto y el consumo de agua sufra un control exhaustivo para paliar los efectos negativos de la falta de agua. Aunque la CHJ controle los recursos hídricos de las tres provincias, la de València es la peor parada a nivel de reservas dentro de la cuenca del Júcar. Los embalses de Alicante -sistemas de Marina baja y Serpis- se sitúan al 46,48% de su capacidad, mientras que los de Castelló -sistemas de Palancia, Mijares y Cenia- están al 39,34 % del total de agua que pueden embalsar. Sin embargo, València cuenta con dos sistemas, Júcar y Túria, que se encuentran al 23,07% y 27,54% de su capacidad, respectivamente.
En octubre, los agricultores de la CHJ ya decidieron restricciones de hasta el 20 % del agua que les corresponde en las Comisiones de Desembalse y ante el panorama que se plantea de cara al 2018 es necesaria un actuación inmediata, a no ser que vuelvan las lluvias. Y es que de todas las instalaciones para retener el agua, aquellas destinadas a los abastecimientos de la provincia de València se centran en los embalses de Tous y de Benagéber, según el portal especializado en recursos hídricos www.Iagua.es.
Dos embalses de abastecimientos
El enclave ubicado en la Ribera Alta se encuentra al 16% de su capacidad, es decir alberga 61 de 379 Hm3. Cabe destacar que el destino del agua de la instalación hídrica de Tous también se dirige a los riegos. Por su parte, el destino del agua del embalse de Benagéber son los abastecimientos, los riegos y la energía. En este caso, la capacidad está al 28% al alojar 62 hm3 de los 221 hm3 que pude depositar.
Teniendo en cuenta que según los datos del INE, concretamente en la «Encuesta sobre el Suministro y Saneamiento del Agua» de 2014 -se realiza cada tres años-, el consumo del agua por habitante en la Comunitat Valenciana era en 2014 de 162 litros por persona y día, por los 132 nacionales, que sitúan al territorio valenciano como el segundo que más consume por detrás de los 166 l/día de Castilla y León.
Con las 2.522.022 personas que habitan en la provincia de València, a 1 de enero de 2017 según el INE, y considerando los 162 l/día que consume cada habitante de la Comunitat, cada jornada se consumen 0,41Hm3 de agua en la provincia.
Haciendo un cálculo sobre el agua consumida cada día y la que resta en los embalses dirigidos a abastecimientos, los habitantes de la provincia de València podrán disfrutar de la reserva de agua superficial hasta dentro de 300 días, equivalentes a casi 43 semanas, por lo que en octubre se llegaría al fin de las subsistencias.
Esta interpretación no refleja la realidad al completo, puesto que el reparto de agua va cambiando cada mes según las condiciones de cada embalse. Asimismo habría que conocer el porcentaje exacto que destina cada embalse a abastecimientos, riegos o energía, por lo que el plazo de agua disponible para el consumo sería incluso menor.
Además, estas cifras no tienen en cuenta el agua subterránea, mediante las reservas en pozos y acuíferos, ni el agua reutilizada a través de depuradoras o con desalinizadoras como la de Sagunt.
