Un ejemplo innovador de cómo combatir la despoblación se encuentra muy cerca de la provincia de València y donde muchos valencianos han pasado alguna vez, en Rubielos de Mora (Teruel). Allí han empleado la «belleza» del pueblo como característica diferenciadora para atraer visitantes. En 2016 una conocida marca de bombones concedió al municipio el honor de ser «el pueblo más bello». En 2017 una asociación, MásXRubielos, pretende convertirlo en «un pueblo vivo» cogiendo la motivación que llevó al municipio a conseguir aquel galardón para facilitar actividades y, a su vez, hacer más atractivo al pueblo. Se trata de que «la gente de fuera se quiera quedar a vivir», explica el presidente de la asociación, Miguel Tomás.