Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

La paz que llegó con la gestora

Las aguas del PP se han calmado en la provincia de Valencia seis meses después de apartar a la fuerza al presidente, aunque el congreso está descartado antes de 2019 - El órgano que dirige Moreno acaba con el conflicto, que podría reavivarse con las listas

La paz que llegó con la gestora

Este mes, oficialmente el día 28, se cumple medio año de la disolución de la dirección del PP en la provincia de Valencia y su sustitución por una gestora controlada a medias por la presidenta popular, Isabel Bonig, y Génova. Una solución extrema a la que Bonig se vio abocada tras un agrio enfrentamiento por el liderazgo popular en la provincia entre el entonces presidente provincial, Vicente Betoret, y la portavoz popular en la diputación de València, Mari Carmen Contelles.

La gestora nació sobre el papel con el mandato de sembrar la paz en la provincia y crear el clima para la convocatoria del congreso provincial en condiciones de normalidad. En principio, su mandato era para seis meses, un periodo de tiempo que llega a su fin.

Es momento de hacer balance y parece que hay dos conclusiones claras. La calma ha vuelto al partido, pero el tiempo de los congresos y la renovación orgánica ha terminado. Habrá gestora para rato, al menos hasta después de las elecciones autonómicas.

Nadie, ni en la dirección regional, ni en la nacional, está dispuesto a abrir de nuevo la batalla ya que entienden que sólo traería problemas en un momento en el que los populares de Bonig no pueden permitirse más crisis internas.

Por ello, no habrá tampoco congresos locales y todas las decisiones sobre candidaturas (la madre del cordero de los conflictos) pasarán por el edificio de la Plaza América, donde Bonig y su núcleo duro tienen despacho, lo que no excluye que los municipios tendrán voz en este debate.

La gestora que preside el diputado nacional Rubén Moreno ha apostado por un perfil discreto, lo que no significa que haya estado parada. De hecho, el equipo de Moreno (las diputadas Maria José Català y Blanca Garrigues, el senador Antonio Clemente y Juan Giner) han hecho un intenso periplo por los municipios para hablar con las fuerzas locales del partido e intentar evitar que los rescoldos del fuego se reavivaran. De ahí que todos sus miembros han evitado un protagonismo excesivo que pudiera despertar recelos sobre sus propias aspiraciones futuras.

La obligada retirada de Betoret y Contelles de la batalla provincial (ambos han salido muy tocados del conflicto aunque mantienen vivas sus expectativas), la postergación sine día del congreso y la intervención de Génova han sido tres elementos claves para comprender el por qué la tormenta ha amainado.

Ello no significa que en los municipios reine la felicidad absoluta. Algunos dirigentes locales no ocultan su descontento por el hecho de que, al final y pese a todos los compromisos adquiridos, la renovación vía primarias se haya quedado en el nivel regional .

Y es que el examen final de la gestora será cuando se abra el proceso de elección de candidatos locales, un proceso siempre conflictivo, pero tras la catarsis vivida en la provincia podría ser más intenso. "Si se respeta la voluntad de los pueblos no habrá problema, si se opta por situar a los amigos habrá lío y desastre electoral", apunta un dirigente local.

De momento, y, según los cálculos realizados por la propia gestora, el equipo de Moreno ha recorrido más de 6.000 kilómetros y ha visitado casi los 320 municipios en toda la provincia. Una media a la semana, indican, de 25 encuentros con alcaldes y portavoces para tomar el pulso de los pueblos y engrasar la maquinaria electoral.

Las fuentes de la gestora consultadas admiten que la situación actual nada tiene que ver con la de hace seis meses. De hecho, la tensión era palpable en junio y la incógnita sobre si habría o no congreso estaba siempre presente en los encuentros.

"Mucha gente temía que sus propias opciones estuvieran o más garantizadas en función de si había congreso o apoyaban a uno de los candidatos", reflexiona otro dirigente, que apunta que el "manual de instrucciones" de Moreno ha sido los estatutos.

La gestora incluso ha hecho una labor pedagógica repartiendo las normas internas para demostrar a los municipios que serán ellos quienes propongan a las candidaturas, aunque gestora y regional tengan la última palabra. En la actualidad, se está realizando una especie de mapa de riesgos de aquellos pueblos donde pueda haber problemas, aunque aún no se habla de nombres.

Un paso atrás pero sin retirada ni bandera blanca

Candidaturas: Contelles y Betoret mantienen su aspiración

Tanto Contelles como Betoret mantienen las expectativas de presidir el partido en la provincia de Valencia cuando se convoque el congreso, aunque este tenga lugar después de elecciones. Ambos han bajado las espadas, pero mantienen de alguna manera a sus fieles y sus ganas de ser candidatos.

Visibilidad: Cobertura para la agenda de la portavoz de la diputación

Contelles, portavoz de la diputación y secretaria de Organización del PP regional, mantiene una agenda más activa en tema de partido que Betoret. Su afinidad con Bonig sigue intacta, por lo que podría aspirar a presidir la diputación. Con todo, dependerá de los resultados si encabeza de nuevo la lista de su pueblo, la Pobla de Vallbona.

Reorientación profesional: Compatibilizar la política con la abogacía

Betoret, que renunció antes del verano a la exclusividad en las Corts, pedirá en breve la compatibilidad en el hemiciclo para retomar su profesión de abogado penalista. Se apuntará al turno de oficio grave, aunque seguirá activo en la política, su prioridad.

Compartir el artículo

stats