La novedosa campaña de vigilancia llevada a cabo por la Policía Local de Picassent a través de la que se detectaron 11 camiones que manipulaban el sistema anticontaminante AdblueAdblue, de la que informó Levante-EMV en exclusiva, ha destapado el sentimiento de enfado y disconformidad que inunda al sector del transporte de la Comunitat Valenciana.
Este sistema consiste en una solución de urea que se inyecta al catalizador y, al mezclarse con los gases calientes de la combustión, libera amoníaco que descompone los contaminantes y peligrosos óxidos de nitrógeno (NOx) en nitrógeno y agua.
El problema para los transportistas surge cuando el sistema informático del camión detecta que se ha quedado sin el componente, reduce drásticamente la potencia del motor hasta que vuelve a reponerse.
La manipulación de este sistema a través de los llamados "emuladores", anula esta inyección y es capaz de "engañar" al sistema de forma que no detecta el vaciado del Adblue y puede seguir en marcha sin que la potencia se vea afectada. Aunque eso sí, emitiendo peligrosos gases contaminantes a la atmósfera.
Para los transportistas este sistema además de ser un «dolor de cabeza» por los problemas que presenta en su funcionamiento, "les perjudica seriamente a su economía", explica a Levante-EMV el responsable de un taller mecánico de camiones. Las averías que se derivan del mal funcionamiento de la inyección de Adblue «son muy caras», además del gasto mensual que supone el repostaje de la solución de urea.
El propietario de una empresa valenciana de transportes, que cuenta con una flota de 13 camiones explica que, aunque la manipulación del sistema es algo frecuente entre camioneros de países del Este de Europa, "entre la gente de aquí también ocurre".
Y no le extraña. Cada uno de sus vehículos gasta alrededor de 200 euros al mes en esta sustancia "porque yo la compro en grandes cantidades y me sale a 0,30 euros el litro, pero en las gasolineras llega hasta los 0,60 céntimos". Por lo que para un autónomo que no puede realizar un desembolso demasiado elevado de un sola vez, la inversión podría alcanzar los 400 euros al mes.
Eulogio, camionero con más de 25 años de experiencia, expresa la sensación general: "los compañeros están muy quemados". Porque además del factor económico está el de que "te puedes quedar tirado en cualquier momento".
Además, explica que por la propia composición del Adblue, este tiene a cristalizarse y se obstruye el conducto que lo inyecta, por lo que no se produce la descomposición de los gases "y el camión sigue funcionando igual". En definitiva, el poco perfeccionamiento del sistema hace que, en ocasiones, no sea necesario implantar el "emulador" que trampea para evitar el consumo de Adblue.
"Estamos de acuerdo en que hay que contaminar menos, pero o mejoran el sistema o la gente seguirá haciendo trampas", sentencia el jefe de taller.
