El Estatuto de Autonomía de Canarias adelanta por la derecha al valenciano. El Congreso de los Diputados verá hoy el inicio del debate del nuevo texto llegado desde el archipiélago. Mientras, el valenciano, que entró cuatro años antes en la cámara, continúa a la espera.

La razón es sencilla. El PP se apoyó en el voto de la diputada de Coalición Canaria Ana Oramas para la investidura de Mariano Rajoy en octubre de 2016 como presidente del Gobierno y uno de los compromisos era la toma en consideración del nuevo estatuto. Y así a empieza a ser.

El Congreso comienza hoy a debatir las enmiendas presentadas por los grupos al articulado de la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias, que fue remitida en abril de 2015 por el Parlamento autonómico y que incluye una propuesta para modificar el sistema electoral de las islas.

La primera discusión tendrá lugar a puerta cerrada en la ponencia designada por la Comisión Constitucional, que es la encargada de tramitar las proposiciones de ley sobre los estatutos de autonomía.

La canaria es así la primera reforma estatutaria que se tramita en esta legislatura. Cuando concluya, le debería tocar el turno a las otras dos que están en cola: la valenciana, pendiente desde 2011, y la murciana, que el Congreso aceptó tramitar este mes de septiembre.

El punto nuclear de la reforma valenciana es garantizar un nivel de inversiones del Estado equivalente al volumen de la población de la Comunitat Valenciana, que representa cerca del 11 % del total de España. Este hecho nunca ha sucedido en la historia reciente.

El texto fue aprobado en las Corts Valencianes en 2011, con el PP al frente del Consell. En plena crisis, sin embargo, el Gobierno de Rajoy decidió dejar a un lado la propuesta valenciana durante la legislatura en la que tuvo mayoría absoluta. La inestabilidad parlamentaria posterior completa el cuadro de arrinconamiento de la propuesta valenciana.

Finalmente, el pleno del Congreso dio luz verde el 4 de octubre de 2016 al inicio de la tramitación parlamentaria de la reforma del Estatut valenciano.

Desde entonces, el proyecto suma más de cuarenta aplazamientos ya. Y seguirán, porque de momento es la tramitación del texto canario la que va adelante. Las otras deberán esperar.

Un elemento importante es que, tras el paso por la Comisión Constitucional y el pleno del Congreso, la reforma del Estatut deberá ser ratificada en un referéndum en la Comunitat Valenciana, una cita para la que nunca es fácil encontrar la fecha más adecuada.

El caso canario

El nuevo Estatuto de las islas fue aprobado en Canarias en 2015, con los votos del PSOE y Coalición Canaria, el no del PP y la abstención de Nueva Canarias.

Sin embargo, tras el acuerdo entre los populares y CC para la investidura de Mariano Rajoy, el PP sí apoyó la toma en consideración del nuevo estatuto en el pleno hace un año, donde recabó el rechazo de Ciudadanos y Unidos Podemos, que aún no estaban presentes en el Parlamento canario cuando se redactó.

Este es el segundo intento de reforma que hace el Parlamento Canario, que ya remitió un texto al Congreso hace diez años, pero que no culminó su tramitación por falta de consenso, precisamente en lo relativo al sistema electoral.

Canarias carece de ley electoral propia y la propuesta de reforma incluye una disposición transitoria con el objetivo de que, hasta que se apruebe una norma específica, se pueda ir funcionando con un sistema de 60 escaños con posibilidad de ampliarlos a 70.