Hace justo un año, un grupo de integrantes de Compromís impulsó el manifiesto 12D, un documento que recibió más de 500 firmas y que exigía más espacio para esta corriente dentro de la coalición formada por tres partidos (Bloc, Iniciativa y Verds). Doce meses después, la situación parece estancada.

Según denuncia Gent de Compromís,"no se observa que la situación haya sufrido ningún cambio. Compromís solo acepta como interlocutores válidos de este sector de la militancia a los representantes surgidos de una primera asamblea, ya lejana en el tiempo, pero se niega a reconocer los cambios votados en cabeza de las asambleas posteriores”. Unos procesos internos enlos que salió elegido el nuevo coordinador general, Víctor Arroyo.

“El manifiesto 12D tenía dos objetivos. En primer lugar, intentaba que la Ejecutiva Nacional de Compromís reconociera toda la organización de la que se había dotado Gent de Compromís de forma democrática en asambleas sucesivas”, lamentan un año después. “En segundo lugar, proponía crear una mesa de negociación con los partidos de la coalición —en la cual GdC tuviera una representación proporcional a su militancia— para buscar soluciones”. Según la corriente, este extremo no se ha producido.

Para la corriente, “esto implica, entre otras cosas, negar la legitimidad del Consejo de País elegido en la asamblea del 6 de junio e, incluso, rechazar el nombre mismo de Gent de Compromís para referirse a los militantes que no pertenecen a ningún partido”. Ante esta situación, los representantes de esta cuarta pata de la coalición defienden que “continúan fieles al espíritu integrador y transversal que los define, y se identifican plenamente con el proyecto de Compromís por encima de los partidos que lo fundaron”.

Consideran que ejercen un papel clave para mejorar la cohesión interna de la coalición a pesar de que lamentan tener que “dedicar demasiados esfuerzos para solucionar problemas que podrían estar resueltos de hace tiempos si hubiera voluntad de hacerlo”.

En una entrevista en Levante TV, la coportavoz en las Corts y dirigente de Iniciativa, Mireia Mollà, defendió el pasado lunes que los "no adscritos" tienen en Joan Ribó su representante (elegido en la primera asamblea) y que no existen motivos para "cuestionar el encaje" de las diferentes corrientes dentro de Compromís. La diputada señaló que tienen "asesores y diputados en las Corts, así como en otras instituciones como la Diputación de Valencia y distintos ayuntamientos"El partido que dirige Mónica Oltra es el que más reticente se ha mostrado hasta el momento a la hora de sentarse a dialogar con Gent de Compromís.