El parany Pero existen en las comarcas cientos de aficionados a esta antigua arte de caza de aves que se resisten a abandonarla. Por eso, los paranyers, que ayer acudieron a las Corts, han desarrollado con el apoyo de profesores universitarios un sistema denominado «cesto malla» que aparentemente atrapa las aves (tordos en su mayoría) sin causarles daño, en contra de lo que hace la vareta con pegamento ( envisc) propia del parany.

Sin embargo, para saber si el método funciona es necesario realizar una prueba piloto en el campo y que los técnicos la evalúen. Pero como el parany es ilegal (lo han prohibido el TSJ y la UE), la Conselleria de Medio Ambiente, que gestiona Compromís y con VerdsEquo al frente de una secretaría autonómica, de momento no la permite. «Dar el visto bueno sería prevaricar», justifica el diputado de Compromís, Juan Ponce.

Pero ayer, la presión de los paranyers agrupados en la asociación Apaval y que considera que esta fórmula puede abrir la puerta a la legalización de esta práctica de caza menos invasiva con las aves, encontró en la comisión de Medio Ambiente de las Corts un apoyo mayoritario.

El PP llevó la iniciativa que pide a la conselleria que permita la prueba y que sus técnicos la supervisen. A ella se sumó Ciudadanos y también el PSPV. «Pruébese», dijo el diputado socialista David Cerdán. «No hablamos ni de legalización, ni de autorizar la práctica, solo de hacer un prueba».

Sin embargo, los argumentos del PSPV chocan con los de Compromís. «Las pruebas están prohibidas -afirma Juan Ponce- porque las prohibió el PP en la Ley de Caza, diríjanse al Gobierno de España o a Bruselas y lo corroborarán, no engañen a la gente; hay otras prácticas porque a escopeta se matan 700.000 tordos al año», remarcó.

Una posición que según el diputado del PP, el castellonense Miguel Ángel Mulet, desprende «sectarismo». Mulet recuerda que numerosos municipios, sobre todo de la provincia de Castelló, (l'Alcora, Betxí, Vilafamés o Sant Joan de Moró) han aprobado mociones de respaldo y también la Diputación de Castelló se posicionó a favor.

Con el PSPV y Compromís en posiciones encontradas, el tercer socio del Botànic, Podemos, optó también por una vía diferente, la abstención. Su portavoz de Medio Ambiente, Beatriu Gascó, consideró que es una práctica secular y de valor etnológico aunque ilegal, pero llamó a poner antes orden en la Ley de Caza de 2004. También se abstuvieron los no adscritos de Cs.

Tras el resultado, las Corts aprueban que la Conselleria de Medio Ambiente evalúe si la «cesta malla» es un sistema selectivo, sin muerte ni sufrimiento para las aves integradas en el grupo túrdidos y una vez emitido el informe se eleve consulta al ministerio sobre la idoneidad y su posible ajuste legal e informe a las Corts en tres meses.