La comisión de intrusismo del colegio de médicos de València ha investigado durante este año cuatro nuevos casos de presunto intrusismo en la provincia y uno de ellos está ya en manos de la Fiscalía.
Así lo anunció ayer ante los medios la presidenta de la organización colegial, Mercedes Hurtado, que pidió la colaboración de la Conselleria de Sanidad para aumentar los controles en la lucha contra este problema «que puede poner en peligro la salud y la vida de los valencianos».
A esta comisión de intrusismo, que el colegio puso en marcha hace tres años, se han unido responsables de las licencias del Ayuntamiento de València en un intento por ofrecer un mayor control sobre aquellas peticiones de actividad que estén relacionadas con la práctica médica.
Por otra parte, Hurtado alertó de que, en un plazo de cinco años, faltarán médicos colegiados para cubrir el número de jubilaciones que están previstas. Según un estudio realizado por el colegio, en ese plazo se jubilarán cerca de 2.800 profesionales y teniendo en cuenta que al año «se colegian 350 nuevos médicos y que el 10 % de ellos se van a trabajar a otro país porque hay mejores condiciones, eso nos deja con 1.500 profesionales. Va a haber un problema», aseguró la presidenta.
Como soluciones, desde el órgano colegial apostaron por permitir que la jubilación de los profesionales fuera «voluntaria» y evitar la fuga «en Francia cobran el triple y en Portugal el doble», se quejó Hurtado. Por último, la presidenta anunció que tenía intención de presentarse a la reelección del cargo en las elecciones que se deben de celebrar el próximo verano.
Hurtado hizo el anuncio tras adelantar que el juzgado 1 de lo Contencioso-Administrativo de València había desestimado el recurso interpuesto que pedía la impugnación de los comicios que ganó en 2014. «El juzgado reafirma que las elecciones fueron transparentes, limpias y democráticas», dijo, al tiempo que aseguró que seguirán peleando por los 500.000 euros que la anterior junta prestó a una empresa, cuestión en sede judicial.
